Humanamente diferentes, y con los mismos derechos

Mar Candela
31 de enero de 2019 - 08:43 p. m.

La primera cosa que afirmo sin dudar es que para lograrlo necesitamos ser feministas, y que para ser feministas no necesitamos ser mujeres, que debería bastar ser persona para tener conciencia de género y ver la vida con enfoque diferencial.

Quizá eso sea transparente en muchos países; no obstante, aún no lo es en Colombia. Aunque hablamos de nuevas masculinidades y contamos con algunos hombres apoyando nuestras luchas diarias, lo cierto es que existe el mito de que esos hombres que apoyan el feminismo son todos homosexuales. Sabemos que no está mal que existan personas homosexuales, como también sabemos que afirmar que el feminismo se trata de lesbianas y homosexuales o que las nuevas masculinidades que apoyan las causas de justicia social para las mujeres son hombres homosexuales es una estrategia para que el feminismo no logre ser entendido como un principio ético necesario para realmente experimentar una auténtica transformación social.

No debería ser importante tener que explicar que el feminismo no se trata de lesbianas y homosexuales, aunque dentro del feminismo abrazamos y respetamos toda identidad. Al margen de lo expuesto, es también grandioso poder afirmar sin miedo a equivocarme que el feminismo cambió, la mujer cambió y que en realidad todo cambió desde que nacieron las ideas de igualdad que revolucionaron a la humanidad.

Todo cambió, menos las luchas. Aún estamos en una humanidad de desigualdades que se establecen solo por el género que nos tocó en la competencia de un espermatozoide contra otros espermatozoides.

Debo ser agradecida ya que ser una persona justa empieza por ser una persona agradecida; yo tengo muchas cosas que agradecerles a los hombres que han estado en mi vida; he conocido muchos machos despreciables. No obstante, también he conocido hombres grandiosos, mi vida ha recibido grandes aportes de la mirada masculina.

Al margen de eso, y completamente segura de que los hombres libres no se sentirán ofendidos con lo que digo respecto de la realidad machista en la actual Colombia, prosigo. Mujeres: Hay que seguir haciendo ruido, día y noche, en todos y cada uno de los espacios que hemos ganado. Ricas o pobres, estudiadas o ignorantes, con voz o sin voz, debemos seguir haciendo ruido, concientizando, reclamando derechos y condiciones de vida. Y tenemos que hacerlo contra todo pronóstico a pesar de la decepción que sentimos al ver que hacemos la tarea y la violencia machista persiste en este tiempo. Se qué serán acusadas de “odiar a los hombres” y por eso comparto mi experiencia.

Cuando me acusan de odiar a los hombres debido a que los invito a cuestionar sus privilegios y a que nos permitan a nosotras avanzar en igualdad profesional, económica y social, referente a lo que ellos han logrado, debo recordarles a los ojos:

Si existen mujeres odiando a los hombres es porque no tienen la misma suerte que yo he tenido de contar con hombres maravillosos en mi historia. Hombres que no temen a renunciar a sus privilegios y a buscar entender el mundo sin machismo. Estoy segura de que el odio de algunas mujeres a los hombres nunca será equiparable al odio de la mayoría de los hombres hacia las mujeres. Y lo digo sustentada en la pandemia de feminicidios más las denuncias de violencia que hacen las mujeres diariamente en Colombia y el mundo.

Ser feministas hoy día es, aparte de sobrevivir al sistema que nos impone una vida de injusticias a las mujeres, repetir diariamente: No odio a los hombres, No los quiero, golpeados, violados, torturados y luego asesinados solo por el hecho de ser hombres. No busco una sociedad que les quite poder sobre sí mismos. Ser feminista es no perder la cordura ante la locura del machismo que se empeña en promover la idea de que exigir un mundo donde podamos ser humanamente diferentes e iguales en derechos está mal.

Ser feminista en esta época es dedicar la vida entera a proteger los derechos ya ganados por nuestras antepasadas para evitar que nos lleven al pasado y reivindicar todas las formas de ser mujer en este tiempo sin importar si es “un modelo de mujer” o, todo lo contrario. Simplemente, porque entendemos que en este tiempo todas y cada una de nosotras, somos personas libres sujetas de derecho, independiente de quienes seamos. Guste a quien disguste.

* Ideóloga, Feminismo Artesanal

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar