Iván Duque inicia su camino al calvario

Óscar Sevillano
29 de marzo de 2018 - 02:00 a. m.

Puede ser que el poder tenga sus encantos, eso nadie lo puede negar. Sin embargo, no creo que se pueda disfrutar de este como uno quisiera cuando se logra obtenerlo con el padrinazgo de un ser dañino, posesivo y autoritario como Álvaro Uribe Vélez. La búsqueda de ese objetivo puede convertirse en una especie de camino al calvario.

No me cabe la menor duda de que Iván es una persona con las cualidades que los colombianos del común quisieran encontrar en un dirigente político: joven, inteligente, calmado, decente, etc., pero como no todo en la vida es como uno quisiera, tiene a sus espaldas una carga de la que difícilmente va a poder liberarse en el caso de que sea el sucesor de Juan Manuel Santos en la Presidencia de la República: el expresidente Álvaro Uribe Vélez, un ser tóxico que está acostumbrado a hacer de los demás lo que él quiere, y que acostumbra a hacerle la vida de cuadritos a todo aquel que no esté de acuerdo con él o se atreva a contradecirlo, lo que hará difícil que Duque pueda disfrutar de las mieles del poder político como él quisiera o está soñando en estos momentos de campaña electoral.

Demostrarles a los colombianos que a quien van a elegir es a Iván Duque y no a Álvaro Uribe es el mayor reto que este tiene mientras dure la campaña electoral, y luego de esta, si es elegido presidente, tendrá que dejar claro que el presidente de la República es él y no su padrino político.

¿Cómo lo hará?, es la gran pregunta que todos nos hacemos, porque aunque Iván Duque proviene de una familia política, no pertenece a una élite política y económica en Colombia como es el caso de Juan Manuel Santos, quien al ser miembro de una clase dominante en nuestro país podía sacudirse sin ningún problema a Álvaro Uribe, y demostrarle que no estaba obligado a seguir las instrucciones al pie de la letra de alguien que, aunque expresidente de la República, no pertenece a una familia o grupo de tradición en nuestro país, como sí lo es el actual el presidente de la República. En pocas palabras, que no era de su misma alcurnia.

El caso de Iván Duque es distinto, porque este ha dependido de la ayuda de Álvaro Uribe Vélez durante toda la campaña, y en el caso de que llegue a ser mandatario dependerá de él en el Congreso de la República. No olvidemos que el Centro Democrático logró un número importante de curules en Senado y Cámara, todas con personajes que por una extraña razón le son fieles a su patrón. Con esto será suficiente para que el expresidente le tenga amarrado y no le permita hacer nombramientos en su gabinete sin su visto bueno o decidir en algún proyecto de iniciativa gubernamental que no sea concertado con él.

Difícil la tendrá Iván Duque en el caso de que sea elegido presidente de la República, porque tener a las espaldas a un personaje tan tóxico y dañino como Álvaro Uribe Vélez, que desconoce los procedimientos y acostumbra a no respetar las jerarquías en la institucionalidad,  no debe ser nada agradable.

Cambiando de tema, al parecer muy pronto veremos la resurrección de José Obdulio Gaviria como senador. Lo entiendo, al fin de cuentas lo que menos quiere una persona en la vida es quedarse sin oficio, así en su labor no sea muy brillante.

@sevillanojarami

 

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