La edad típica de jubilación es no jubilarse nunca

Luis Carlos Reyes
21 de marzo de 2019 - 10:04 a. m.

La edad típica de jubilación en Colombia es no jubilarse nunca. De los seis y medio millones de colombianos que están en edad de jubilarse, el 65% no recibe pensión. Por eso hay que poner en perspectiva el debate sobre la reforma pensional: más que discutir si cambiar o no la edad de jubilación, las semanas de cotización, o los beneficios pensionales, hay que hablar de la principal razón por la cual la mayoría de los adultos mayores en Colombia están excluidos del sistema.

La razón es esta: sucede que el sistema pensional está diseñado bajo el supuesto de que todos los trabajadores son formales y ganan más que el salario mínimo, lo cual es, desde luego, falso. En realidad, cerca de la mitad de los trabajadores en Colombia ganan menos que el salario mal llamado “mínimo”. Como resultado de ese falso supuesto –y a diferencia de lo que ocurre con el sistema de salud, que cubre prácticamente al 100% de los colombianos– el sistema de pensiones sólo cobija a los trabajadores formales. Además, sólo permite pensiones de un salario mínimo o más, con lo cual también excluye a quienes, pese a haber sido trabajadores formales durante parte de su carrera, no cotizaron lo suficiente para obtener una pensión igual o superior a este monto.

Un par de programas –el programa de ahorro voluntario de Beneficios Económicos Periódicos (BEPS) y el subsidio Colombia Mayor– están orientados a esta población ignorada por el sistema pensional. Pero los BEPS cubren apenas al 0,1% de los adultos en edad de pensionarse, y Colombia Mayor al 24%, lo cual deja al 40% de los adultos mayores sin ningún tipo de ingreso garantizado.

Una solución, propuesta por el Gobierno en el artículo 113 del Plan Nacional de Desarrollo, es requerir que los empleadores de quienes ganan menos que el mínimo aporten un monto equivalente al 15% del salario pagado. Así, con lo recaudado se financiaría un beneficio pensional para este segmento de la población, el cual sería mayor que lo que recibirían con el sistema actual, pero menor que el salario mínimo. Sin embargo, el PND no deja claro cómo se pondría en práctica esta obligación: ¿acaso implica un reconocimiento oficial de que hay salarios legales menores que el “mínimo”? ¿Y qué medidas se implementarían para que las relaciones laborales informales salieran a la luz?

Más allá de eso, lo verdaderamente preocupante es que la naturaleza de los mercados laborales es tal que los empleadores estarán en capacidad de pasarles este impuesto del 15% a los trabajadores más vulnerables del país. Lo harán, como es usual, bajando los salarios. No son los empleadores quienes se meten la mano al bolsillo para pagar los impuestos a la nómina, sino que los impuestos al trabajo siempre se convierten en impuestos a los trabajadores, independientemente de si contablemente los paga la empresa o el empleado. Por lo tanto, en la práctica, la propuesta del Gobierno equivale a una reducción del ingreso disponible de quienes ya ganan menos que el “mínimo”.

Se dirá que criticar es fácil, mientras que encontrar soluciones al problema pensional en Colombia es complicado, por lo que hay que reconocer que el Gobierno esté abriendo un debate que el país necesita. Pero toca pensar en otras fuentes de financiación para la protección a la vejez de quienes ganan menos que el “mínimo”, que no dependan de un nuevo impuesto que recaiga sobre los trabajadores más vulnerables del país. Cabe esperar que la discusión en el Congreso se centre en este punto, sin desconocer por conveniencia política que el sistema tiene que cambiar.

* Profesor del Departamento de Economía y director del Observatorio Fiscal, Universidad Javeriana.

Twitter: @luiscrh

 

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