Publicidad

La Estancia Chica

D. Buenavida
09 de mayo de 2009 - 04:32 a. m.

Restaurante de carnes con una larga trayectoria en Bogotá. Desde hace 19 años se llama La Estancia Chica y antes era La Pampa. Sus dueños son dos argentinos: Juan Carlos Sarnari y José Antonio Téllez, quienes fueron jugadores del equipo Santa Fe en las épocas gloriosas de este cuadro. Es muy grande y de arreglo agradable, cuenta con más de treinta mesas y al mediodía hay que hacer cola por un puesto.

A la entrada del sitio hay una gran parrilla de carbón. La carta ofrece diecisiete platos de esta parrilla. De éstos, quince son carnes argentinas o carnes colombianas, un pollo y un pescado, con precios desde $29.800 hasta $54.200. Estos platos vienen sólo con papas (fritas, asadas o puré). Hay una lista que llaman ‘de la cocina’, con ocho platos. Son platos más elaborados pero que no entusiasman mucho. La carta ofrece entradas de la parrilla (longanizas, chorizos, chinchulines, mollejas etc.) con precios desde $7.000 hasta $12.200 y entradas con precios entre $11.600 y $24.500. Tenemos cinco ensaladas para acompañar las carnes, que se cobran por aparte y no conllevan mayores esfuerzos culinarios. Además, hay una lista muy pobre de postres. O sea, contamos con una carta que no tiene ni pretensiones ni méritos para hablar, como dirían los franceses, de alta cocina. Se va a comer carne a la parrilla sin mayores elaboraciones, a un precio alto. Cuenta con una buena carta de vinos, donde se destacan los argentinos, a precios razonables en este medio.

Iniciamos con “entradas a la parrilla”: chorizo y mollejas de ternera. El chorizo no tenía nada que lo distinguiera. Las mollejas de ternera, algo quemadas por fuera y tiernas por dentro, estaban excelentes.

Como se trata de carnes argentinas y colombianas a la parrilla, con poca elaboración culinaria, decidimos enfrentar la carne nacional con la carne argentina. Pedimos la “Tapa de cuadril” argentina y la “Punta de anca” nacional. Ambas carnes estaban pasadas de cocción del punto que habíamos pedido, que era medio. Los cortes de las carnes no estaban hechos con el cuidado requerido cuando se paga tanto, eran irregulares, con una parte gruesa y otra delgada, generando que la cocción no fuera uniforme, o sea que un pedazo estuviera muy cocido y el otro menos. Aunque ambas eran carnes con tiempo de maduración entre 30 y 45 días, de buen sabor y textura, la carne argentina definitivamente le ganó a la nacional en jugosidad, ternura y sabor. Pero también le ganó en precio. El plato de cuadril, compuesto por unos 250 gramos de cuadril argentino y papas, cuesta $53.000 en tanto que el nacional, $33.000.

Acompañamos las carnes con ensaladas: “Cebolla y tomate” y “Ensalada verde” con lechuga, queso parmesano, almendras y vinagreta de la casa. A la última le faltaron las almendras, pero la vinagreta estaba muy buena, resultó un buen acompañamiento para la carne.

Se puede comer una buena carne asada en La Estancia Chica. Pero ¡a qué precios!

secomebienaqui@gmail.com

Calle 93A Nº 13B-50. Tel. 623 7082 - 611 5401.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar