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La foto

Aura Lucía Mera
27 de abril de 2021 - 03:00 a. m.

Me la encuentro de casualidad, tratando de poner orden a carpetas, artículos, documentos, en fin... Releo cartas de Gonzalo Arango a mi mamá, dibujos de mis hijos cuando estaban pequeños, garabatos llenos de amor. Me meto en ese túnel del tiempo, en ese volver a sentir lo que ya creíamos recuerdos... comprobar que el pasado no existe y que todo sigue siendo un eterno presente. Las emociones vuelven intactas y demoledoras. No se desvanecen jamás.

No sé cómo llegó a mis manos... Plaza de toros de Guayaquil, 12 de octubre de 1975. Todos de pie escuchando las notas del himno nacional. Corrida de ocho toros. La última de la feria. Mi marido y empresario, Domingo Dominguín, había prometido llegar al quinto de la tarde. Pero no llegó. A esa hora, a esas terribles cinco de la tarde, estaba acabando su vida, voluntariamente, con un tiro de pistola en su corazón.

Iniciaba Kafka su recorrido en mi alma. Esa mañana luminosa iniciada con besos terminó en la tiniebla absoluta. Su cuerpo inánime y ensangrentado, recostado en un sofá. Tres cartas... la única escrita a mano para mí. Despidiéndose con amor. Su cuerpo a la morgue y yo a la cárcel... tras las rejas mientras los socios de la empresa se robaban el dinero de la taquilla, guardado en una caja fuerte del hotel, y se marchaban a Quito. El cadáver también se lo llevaron. Yo seguía en la cárcel acosada de preguntas que no entendía, compartiendo celda con otro “delincuente común”. Hasta el anochecer del día 13 en que un amigo del alma me rescató y regresé a Quito con la misma ropa y con el alma rota para siempre.

Me encuentro también con un texto, especie de soliloquio, que escribí en esos días, tal vez para no enloquecerme del todo. Lo quiero compartir para romperlo después y dejarlo volar y no volverlo a encontrar:

“Solamente cuando de un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, de un empujón brutal, te ha derribado”, Miguel Hernández.

“Solamente cuando te golpea la muerte cara a cara, cuando detrás de unas rejas te enteras de esa muerte, cuando en página roja ves tu rostro, a causa de esa muerte, cuando al fin llegas a casa, a esa casa, días antes llena de risas y de diálogo, y encuentras el vacío inexplicable de esa muerte, cuando una luna pálida ilumina un nevado y esa luna dirige tu mirada a la tierra y a ese rostro, ya irremediablemente atado por la muerte...”.

“Y las velas se apagan y llega la neblina y quieres volver a mirarlo y despedirte y a hablar y encuentras solo muerte... Y pasa el tiempo y te quedas muy sola y no entiendes casi nada, pero la vida sigue y tú escoges la vida. La vida, la ilusión, el trabajo, ideas buenas... y crees que transitas por un camino limpio, aunque lágrimas solas acompañen tus sueños”.

Han pasado muchos años, pero la foto revivió todo como un relámpago fulminante. Ahora entiendo que ese tiro también fue el inicio de mi infierno profundo, ese camino hacia el fondo sin fondo del alcohol y las drogas... destruirme anestesiada por las sustancias, matar mis emociones, fingir vivir y amar estando muerta por dentro.

La adicción se disparó como una represa que empieza a filtrarse hasta que arrasa incontenible lo que encuentra.

Creo que logré renacer gracias al amor intacto hacia mis hijos. Ese amor no murió. Gracias a aceptar la ayuda y a aceptarme en mi derrumbe. Así aprendí a caminar paso a paso, día a día, descubriendo un mundo nuevo, descubriendo un ser superior que nunca me había abandonado y que me sigue llevando de su mano.

Domingo sigue en mi corazón. La muerte solo llega cuando llega el olvido... ¡y eso no llegará!

Posdata. Gracias por recibir este taco tan íntimo, pero sentí que lo tenía que compartir. ¡Vuelve a salir el sol!

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jmurillo(10525)17 de mayo de 2021 - 10:33 a. m.
Solo gracias, Aura Lucía sería insuficiente. No resulta sencillo para una persona del común desnudar su alma y esculcar en el pasado los vestigios del presente. Solo la muerte mata el olvido y mientras se viva, la memoria no muere. Conmovedora esta experiencia e innegable su valentía. Mi profundo respeto y admiración como escritora, poeta y ejemplo de vida.
Mirón(64126)28 de abril de 2021 - 12:38 a. m.
Ser humano admirable, con todas sus virtudes y todos sus defectos.
Hernan(7821)27 de abril de 2021 - 10:41 p. m.
Aura Lucia, me encanta su sinceridad, su valor y sobre todo por sobreponerse a tantos avatares de la vida, es usted un ejemplo de vida y de lucha, un abrazo desde su querida tierra.
Rocio(21165)27 de abril de 2021 - 11:55 p. m.
Aura Lucia, estoy extremadamente emocionada. Gracias usted por compartir, por estallar en todas estas palabras esa voz de agradecimiento y, por saber que no se olvide lo que se ama. Siempre me gustan sus palabra y, ahora más comprendo porque!
DONADOR(62058)12 de mayo de 2021 - 01:42 a. m.
Conmovedora, valiente y sincera.
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