La tarea pendiente de Colombia en gestión pública para resultados

En la escuela nos hacían pruebas para verificar si hicimos bien la tarea.

¿Qué ocurre cuando hacemos lo mismo para medir la efectividad de la gestión pública?

Según nuestro estudio Construyendo Gobiernos Efectivos, el resultado es mixto. Tenemos buenas notas en algunas áreas y en otras nos falta avanzar más.

Primero, la buena noticia. En la última década, los países de América Latina y el Caribe –incluida Colombia – han llevado a cabo importantes reformas para lograr una gestión basada en resultados. La gestión para resultados es un principio de administración que implica usar información sobre los resultados para mejorar el desempeño de las políticas públicas.

Aunque en la mayoría de los casos no estamos en el nivel de las mejores prácticas mundiales, nuestros aparatos estatales, por lo general, ahora planifican mejor y sus presupuestos son gestionados de manera más efectiva.

Así se desprende de nuestro índice que analiza la gestión pública para resultados tomando en cuenta cinco pilares: planificación, presupuesto, gestión financiera, gestión de la inversión, y seguimiento y evaluación. El índice general para los 24 países de la región que participaron del estudio avanzó de un puntaje de 2,0 sobre 5,0 en el 2007 hasta 2,4 en 2013.

El área en que a los países le fue mejor en 2013 es la gestión pública financiera, con 2,9 puntos. Las más bajas son, por una parte presupuesto por resultados, y seguimiento y evaluación por otra, ambas con 1,9 puntos.

El rendimiento relativamente bajo de la región en el área de seguimiento y evaluación y presupuesto por resultados es algo preocupante. Demasiados programas de gobierno son ejecutados a ciegas, sin saber si están logrando los objetivos planteados.

Nuestro estudio demuestra que Colombia está en una posición privilegiada en la región. Ha realizados esfuerzos continuos y duraderos en la implementación del modelo de gestión para resultados lo cual la ha colocado entre los cuatro países de la región con puntajes más altos, junto a Chile, Brasil y México.

Colombia logró un puntaje general de 3,4 puntos sobre 5,0 en 2013, frente a 3,2 cuando realizamos la evaluación anterior en 2007. El puntaje del país deja bastante atrás la media regional de 2,4 en 2013.

Además, Colombia es uno de los países que están a la vanguardia en América Latina y el Caribe en una de las áreas de debilidad regional: la institucionalización de los sistemas de seguimiento y evaluación. El Departamento Nacional de Planeación gestiona el Sistema Nacional de Evaluación de Gestión y Resultados, que ha experimentado un fortalecimiento permanente durante sus veinte años de existencia. Colombia reciba una nota específica en el índice 3,9 en monitoreo y evaluación, muy por encima del promedio regional de 1,8.

El reto de Colombia es utilizar los datos que generan sus sistemas de seguimiento y evaluación en su área más débil: presupuesto por resultados, donde el país marca un 1,8, en línea con el promedio regional pero muy alejado de países en la punta, como Chile, Brasil y México, que bordean un puntaje de 4,0 sobre 5,0.

Es decir, Colombia tiene información valiosa sobre el funcionamiento de sus instituciones, programas y proyectos, pero no la está utilizando en todo su potencial a la hora de analizar el gasto público con miras a promover un mejor desempeño de las políticas públicas y así logar una mejor calidad del gasto. Colombia está fortaleciendo su centro de gobierno para agilizar la ejecución de los programas estratégicos con la creación de una “delivery unit” en la presidencia, inspirada del modelo británico.

Adicionalmente, el gobierno podría usar la información de seguimiento y evaluación para establecer mecanismos que incentiven a las instituciones a mejorar su desempeño, premiando a aquellas que funcionen mejor, inspirándose en el Programa de Mejoramiento de la Gestión chileno. Así, el país logrará que sus programas, proyectos y servicios públicos contribuyan más y mejor a elevar la calidad de vida de los ciudadanos.

Colombia logró muchos avances en la gestión del estado central, es cierto, pero estos deben ampliarse al nivel sub—nacional. Pero esto es otra historia.

*Jefe de la división de la Capacidad Institucional del Estado del BID.