Publicidad

Macrolingotes

La tutela de Arias

Óscar Alarcón
26 de mayo de 2020 - 05:00 a. m.

No quiero imaginarme la reacción ante un fallo de la Corte Suprema de Justicia que ratifique la condena a Andrés Felipe Arias. Eso no es imposible porque la conducta del exministro fue juzgada por la Procuraduría, la Contraloría, la Fiscalía y la misma Corte Suprema, y todas a una, como en Fuenteovejuna, coincidieron en que había cometido un ilícito. Es más, Arias acudió a la justicia estadounidense (“porque allá sí hay justicia”), alegando que era un perseguido político, y lo devolvieron sin darle la razón.

La única instancia, para los aforados, la estableció la Constitución de 1991 no para perjudicarlos, sino como un privilegio para que a esos exfuncionarios los juzgara el más alto tribunal de justicia. ¿Y quiénes la aprobaron? Entre otros, constituyentes como Álvaro Gómez Hurtado, el hoy procurador Fernando Carrillo y Carlos Holmes Trujillo, compañero de partido de Arias y actual ministro de Defensa.

Eso estuvo operando correctamente hasta cuando tocaron al hijo querido del presidente eterno. Aprobaron una reforma constitucional para beneficiarlo y, como no podía ser retroactiva, buscaron el camino de la tutela, que resultó ser la de los hilos perfectos. ¿Y ahora qué pasa? Que tras el hueco que acaba de abrirse van a optar por ese camino todos los que tuvieron el privilegio de ser juzgados por la Corte Suprema en única instancia.

¿Que lo condenaron a 17 años? Pues claro, no podía ser menos, porque no era un personaje cualquiera sino un ministro de Estado.

Afortunadamente la Corte Constitucional, como conoce al ilustre personaje beneficiado, no le dio la libertad inmediata, como aspiraban, porque, con seguridad, vuelve y se vuela, como ya lo hizo. Al final resultaron premiándole esa conducta que, por lo demás, no lo han hecho quienes ahora buscan esa segunda instancia. El beneficiado quedó a la par de cualquier Santrich.

Que espere la libertad, si logra merecerla, porque aún no ha podido, a pesar de que tiene corona. Gracias a Dios, no coronavirus.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar