Las verdades incómodas del caso Colmenares

Columna del lector
26 de febrero de 2017 - 06:23 p. m.

Por Sandra Suárez

A veces es necesario despojarse de pasiones antes de reaccionar y opinar ante ciertos casos, dejar de pensar en los hijos (si los tiene) o en sus padres (si los tiene o tuvo).  
 
Leyendo la sentencia del Caso Colmenares, propongo que nos fijemos en algunos de los hechos más importantes del proceso, no en las repetidas columnas, reconstrucciones y deseos de rating de algunos periodistas del país, sino en los hechos que se encuentran en el largo documento y en algunas prácticas bastante dudosas e inapropiadas. Hechos que no son tan populares o que parecen enredados. Es momento de que hablemos de las verdades incómodas del caso Colmenares.
 
Hecho 1. La Fiscalía violó el principio de congruencia en el proceso, el derecho al debido proceso y el principio de igualdad procesal.
 
El escrito de acusación presentado por la Fiscalía debe, por norma, ser cohesionado con los alegatos de conclusión presentados en el juicio oral. O sea, lo que se dice al principio, se debe decir al final; si la Fiscalía hace una acusación, no puede cambiarla sin que exista de por medio una comunicación a la otra parte del proceso para que esta se pueda defender.
 
-En el escrito de acusación se dijo que el cadáver de Luis Andrés había sido puesto en el caño y que antes había durado 12 horas en otra posición, durante los interrogatorios se le dedicó mucho tiempo a este hecho. En los alegatos de conclusión la Fiscalía ya no habla de esto.
 
Sería como preparar una comida todo un día y al final botarla sin probarla.
 
-En el escrito de acusación, se dice que Laura debía responder por la “autoría impropia de homicidio agravado colocando a la víctima en condición de indefensión o inferioridad” y en los alegatos finales le añaden que la acusada además tenía una posición de garante para salvarle la vida a Luis Andrés, que no lo ayudó y que, con dolo, mintió a quienes podían ayudarlo. Añadieron entonces el dolo eventual. 
 
Suena enredado, pero es como si la Fiscalía hubiera mandado a hacer un vestido y al momento de reclamarlo, le pidiera al sastre que le entregara el mismo, pero con medidas distintas. Con esto, se contamina el caso completamente y no le permite a la otra parte defenderse de manera apropiada.
 
-En el escrito de acusación, culpan a Jessy de falso testimonio y encubrimiento; en la conclusión no hablan del falso testimonio. Además, al principio dicen que Jessy estaba con Laura y Luis Andrés de 3:00 a 3:30 am, que estuvieron juntos todo el tiempo y que fue testigo de los hechos; en las conclusiones, evitan tocar el tema.

También sobre Jessy, al principio dicen que ella sabía sobre el recorrido de Luis y al final dicen que Jessy no dijo la verdad sobre lo que ocurrió, cosa que no estaba en la acusación. También añaden que Jessy no demostró interés o preocupación por su amigo, sin ser discutido en el juicio.
 
(Todo esto sin contar que la jueza insistió en que el escrito de acusación fue desordenado y confuso).
 
Si la jueza hubiera hecho caso a lo planteado a la Fiscalía en los alegatos de conclusión, si estuviera emocionalmente con el resto del país, cumpliría con todos los requisitos para que esta sentencia se anulara por mal procedimiento.
 
Hecho 2. La Fiscalía no pudo probar, más allá de toda duda, que a Luis Andrés lo mataron. Menos que fue Laura.
 
La Fiscalía asegura que otras personas mataron a Luis Andrés, pero en ningún momento prueba quiénes ni cómo.
 
No encontraron material probatorio ni evidencia física que lo probara.
 
Tampoco encontraron o probaron un móvil o motivo para que se cometiera el dicho crimen.
 
Hecho 3. Los bomberos no cumplieron con el protocolo de búsqueda.*
 
Viendo la sentencia, se puede inferir que el primer grupo de bomberos que llegaron al Virrey tienen información diferente, versiones distintas y además no buscaron bien.
 
Uno de ellos dijo en interrogatorio que sí o sí, podían saber con la búsqueda que hicieron si había algún cuerpo. Cuando reconstruyeron la escena, la misma persona se dio cuenta de que no veía el muñeco que la defensa puso en el lugar que encontraron a Luis Andrés por no pasar completamente por el lugar.
 
Además, ellos, en el proceso disciplinario, dan versiones diferentes a las dadas en el juicio. (¡Dan versiones diferentes!)

Hecho 4. Las llamadas no prueban nada.
 
Las conversaciones son buenísimas para una revista de chismes, pero no para el caso. Se presenta insistentemente por parte de la Fiscalía el temor de Juan Pablo Valderrama de que su novia se enterara que salía con Laura. ¿Esto qué prueba? Que Juan Pablo y Laura salían y que la novia de Juan Pablo no sabía.
 
Hecho 5. La segunda necropsia no cumple con los protocolos nacionales/internacionales. El doctor Duque dañó evidencia*.
 
Fue hecha por un investigador contratado por la familia Colmenares basados en el sueño que tuvo la madre de Luis Andrés.
 
El doctor Duque hizo los trabajos en el cementerio de Villanueva, Guajira. Al aire libre, con gente pasando y alrededor suyo, sin máscaras, batas o guantes; sobre un piso de tierra y con un cuchillo de cocina; además usó una caja de cartón como mesa, levantó y arrancó del hueso restos del tejido. Retiró la cabeza, trabajó en ella sobre una caja de cartón, le arrancó con las manos la piel, lavó el cráneo con agua corriente sobre la tierra. Perdió varios pedazos del cráneo. Cortó las vísceras con el cuchillo de cocina. Rompió todas las costillas. Dejó huesos, dientes y cartílagos regados en el suelo. Ni siquiera respetó el cuerpo de Luis Andrés. El mismo doctor fue el que aportó las fotografías de la exhumación.
 
Además, en su informe relacionó más fracturas, que por la evidencia presentada, se ocasionaron en la necropsia que él mismo hizo.
 
Si hoy quisieran revisar el cadáver una vez más, sería imposible dar un dictamen objetivo.
 
Hecho 6. La causa de muerte es asfixia por sumersión en agua, en estado de inconsciencia, producido por un trauma craneoencefálico e intoxicación etílica.
 
Todos los peritos del caso están de acuerdo con esto, Luis Andrés se ahogó luego de sufrir un golpe en su cabeza que lo dejó inconsciente y la intoxicación etílica empeoró las cosas.
 
Además se desmintió que hubiera sufrido un golpe con una botella porque no aparece en la piel ninguna marca que lo pruebe.
 
Hecho 7. Investigadores del CTI tenían la tesis de que Luis Andrés murió en un accidente y la Fiscalía ocultó esta información.*
 
Gerardo Quintero y Manuel Rodríguez creyeron que Luis Andrés Colmenares murió por un accidente y no por un suicidio u homicidio.
 
La Fiscalía no tomó esto para su caso porque aparecieron testigos que contaban una historia en la que se demostraba que era un homicidio. Los testigos eran falsos.
 
Hecho 8. La Fiscalía ocultó evidencia.*
 
El testimonio del investigador Manuel Rodríguez lo ocultó la Fiscalía a la defensa y al Ministerio Público, también hizo esto con un informe solicitado por el fiscal 11 (que es un documento público) y con un memorial del abogado de la familia Colmenares.
 
Hecho 9. Las versiones que dio Laura coinciden con la que le dio a los policías, bomberos, investigadores, amigos de Luis Andrés.
 
Aunque nos caiga mal, Laura fue la que buscó a la Policía esa noche, llamó a los bomberos, a la mamá de Luis Andrés y siempre se presentó a todas las diligencias a las que fue requerida.
Todos estos hechos no son populares para una audiencia, porque no están relatados en la forma en la que querríamos que fueran.
 
Algunas personas insisten en que la jueza está comprada, que es corrupta y, para enfrentar este pensamiento, propongo un ejercicio sencillo:
 
Lea con detenimiento la situación que presenta la Fiscalía, los argumentos, la teoría del caso que presentaron, sus alegatos de conclusión y pregúntese a usted mismo: ¿qué cosas logra probar MÁS ALLÁ DE TODA DUDA?  

Varias familias, comenzando por la de Luis Andrés, han sido afectadas. En un tiempo vendrá la apelación y cuando la sentencia llegue, hablaremos más del proceso. Mientras, es hora de que la Fiscalía, el doctor Duque y los bomberos respondan por sus actos.

Nota: ojalá los periodistas hicieran el ejercicio de revisar su responsabilidad ética frente a los procesos judiciales y hagan cambios al interior de sus redacciones para presentar a “la opinión pública” hechos probados más allá de toda duda porque ,ahora, muchos se dedican a publicar dudas bajo la sombrilla de la libre opinión.

¿Cuántas veces dijeron que esto era un homicidio? ¿Cuántas veces dijeron “los asesinos siguen sueltos”? ¿Cuántas veces dijeron “ellas son las culpables”? Ahora, teniendo la sentencia, mágicamente no les apetece opinar.
 
*Estos hechos están siendo investigados. 

@SandSuarez
 

 

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