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La paz total: entre lo necesario y lo posible

Santiago Villegas Yepes
26 de septiembre de 2022 - 05:00 a. m.

En respuesta al editorial del 18 de septiembre de 2022, titulado “Para tener ‘paz total’ se necesita claridad total”.

Mucha confusión ha generado la débil y evidentemente incompleta e inmadura propuesta del Gobierno para lograr la paz total. A las críticas duras de Sergio Jaramillo se suman los reparos del Eln y una inmensa cantidad de voces, todas legítimas y muy autorizadas, que cuestionan la seriedad, completitud, consistencia y coherencia que una propuesta tan ambiciosa y tan importante debería tener. A manera de paréntesis, existen razones de fondo para pensar que, conociendo el talante de Sergio Jaramillo, sus críticas están orientadas a enriquecer las propuestas del Gobierno y a participar, apalancado por la valiosa misión de los medios de comunicación, en este caso Caracol Televisión, en la construcción de una propuesta seria y tan consensuada como posible.

En otros ámbitos hemos visto una situación que resulta estructuralmente igual a la anterior. El Gobierno ha estado revisando y hasta modificando algunos de sus primeros anuncios y planteamientos del programa de gobierno expuestos en campaña y que tanto escozor causaron entre opositores. En ciertos espacios, esto lo han reconocido como “recular” y en buena hora hay otras maneras de mirar dichas situaciones, pues evidentemente se estima más saludable pensar que el equipo del Gobierno está en la mejor disposición de abrir espacios amplios de conversación, con contradictores y con todos, para recoger criterios y elementos que permitan tomar las mejores decisiones posibles. En este camino, la mejor propuesta no necesariamente es la idea original del Gobierno, sino la que la sociedad amplia y participativa es capaz de construir en consenso. En este camino, cuando algo no salga conforme lo esperado, entonces no se equivocará el Gobierno… nos equivocaremos todos: quienes participamos y aportamos a la decisión y quienes se abstuvieron de participar, justamente por dicha abstención.

Ante los hechos, bien puede anotarse que el Gobierno está improvisando. Y algo debe haber de ello en el sentido de que resulta claro que el equipo del Gobierno no dispone de la experiencia necesaria para gobernar el país (aunque hay varios altos funcionarios con mucha experiencia, es la primera vez que le corresponde a un gobierno de izquierda). Pero una mirada más saludable y provechosa para el país, creo, parte de reconocer algo también evidente: el Gobierno Petro está haciendo un llamado para que conversemos sobre las reformas necesarias y solamente a partir de una conversación tranquila, abierta, incluyente, participativa, entre todos definiremos aquellas reformas que resulten posibles.

Ante las respuestas que hemos visto desde muchos sectores y por parte de un elevado número de actores, creo que va quedando claro que el país está demostrando una necesidad urgente de aprender a conversar para construir colectivamente.

Pedir claridad total en relación con la propuesta de paz total es muy pertinente. Pero definitivamente también resulta inoportuno. Dicha claridad total debe ser una construcción social y creo que en buena hora el Gobierno se ha dispuesto a poner el tema sobre la mesa para que entre todos enriquezcamos y construyamos la mejor propuesta posible.

Por Santiago Villegas Yepes

 

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