Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Acudo a usted porque su gobierno ha sido exaltado en el ámbito Nacional como el mejor en planeación y administración de los recursos públicos, un modelo a seguir en la lucha contra la corrupción y un ejemplo de lucha y sacrificio en la ayuda a los damnificados del invierno.
Por esta razón me atrevo a preguntar: ¿Qué pasa con las personas que viviendo en Bucaramanga trabajan en Barrancabermeja o viceversa y que por la responsabilidad de cumplir con su trabajo y la necesidad de estar con sus familias deben desplazarse de un municipio a otro? ¿Por qué estas personas deben arriesgar su vida tratando de llegar a su destino? ¿Por qué la administración departamental no ha dispuesto de un plan de contingencia que les permita viajar sin exponer su vida? ¿Por qué estas personas están a la merced de la naturaleza o de la voracidad de particulares que hacen su “agosto” con pequeñas avionetas, aprovechándose de la urgencia y necesidad de las personas?
Una hora de camino entre grietas, barro deslizante, cables, ramas, agua, basuras, entre muchas otras dificultades, deben soportar ancianos con bultos en la cabeza, mujeres con bebes de tres, cinco y hasta seis meses entre sus brazos, niños cargando maletas, seres humanos que anteponen al miedo el deseo de estar con los suyos.
Señor Gobernador, la mayoría de estas personas constituyen la clase media de este país, la que lleva sobre sus hombros el desarrollo de la región, la que vive de su salario y paga los impuestos, la que hace créditos para mantener un nivel de vida promedio, la que los elige a ustedes como gobernantes para que nos ayuden a vivir mejor. ¿Qué esperan para tomar medidas?
Dado que el asunto va para largo, creo que estamos a tiempo para que usted intervenga y abogue por la vida de cientos de trabajadores que ponen sus habilidades y conocimientos al servicio de las grandes empresas que mueven a Colombia, en Barrancabermeja, el sur del Cesar y el sur de Bolívar y que residen en Bucaramanga o su área metropolitana.
Si no hay solución a la vista o si atravesar la trocha es la solución, entonces que los organismos de socorro auxilien a las personas y la Policía tenga una labor activa y deje de estar en los linderos cuidando los carros y descuidando las personas.
Agradezco su atención a este clamor de aquellos colombianos que tenemos la fortuna de no padecer la inclemencia del invierno, pero sí sufrimos parte de las consecuencias.
Álvaro Vecino. Bucaramanga.
Envíe sus cartas a lector@elespectador.com
