Transparencia por Colombia rechaza en forma enérgica los términos irrespetuosos con los cuales el presidente del Congreso, Armando Benedetti, califica la labor de la Corporación Transparencia por Colombia y los resultados de la medición recientemente divulgada en los Índices de Transparencia Nacional, en los que el Senado de la República obtiene los más bajos puntajes.
El talante de la declaración del senador Benedetti, en la entrevista concedida a este diario el pasado 20 de diciembre, contrasta con la actitud de decenas de funcionarios, entre ellos la Contralora General de la Nación, el Procurador General de la República y la Alta Consejera para el Buen Gobierno, que encuentran en estos resultados y metodologías herramientas muy importantes para mejorar la transparencia de la gestión de las entidades públicas en Colombia. También contrasta con el espíritu de conciliación con el que el nuevo Gobierno ha querido desarrollar sus relaciones con la sociedad.
Como se lo hemos explicado al Presidente del Congreso, los Índices de Transparencia Nacional, que son técnicamente realizados y probados en su metodología, no sólo en Colombia sino en varios países del mundo, no son una encuesta de percepción ni de opinión y, por tanto, son metodologías aun más precisas que deben contar con indicadores que permitan arrojar datos. La única forma de hacerlo es sobre vigencias pasadas, en este caso concreto la vigencia 2008-2009. Como debería saberlo el senador Bendetti, los temas institucionales y de gestión administrativa no presentan cambios perceptibles de manera inmediata, sino después de varios años.
De otra parte, las entidades que mide el Índice entregan voluntariamente información a la Corporación y aceptan los criterios, factores, metodología y calificaciones de la herramienta. Como se les informa a todas las entidades, una de ellas es entregar información específica indispensable para la investigación, lo cual el Senado no hizo.
También queremos recordar que en los últimos ocho años, a partir de los resultados de estas mediciones, Transparencia por Colombia ha venido llamando la atención sobre la opacidad en la gestión administrativa del Congreso y que, en general, la gestión se ha caracterizado por ser altamente discrecional, lo que para los Índices equivale a que hay fisuras en la institucionalidad que hacen a la entidad proclive a la corrupción.
Es lamentable que cuando un país enfrenta tan graves consecuencias por la corrupción, el Presidente del Congreso se exprese de manera ligera sobre organizaciones de la sociedad civil que, como Transparencia por Colombia, están cumpliendo con su deber de ser veedores de la gestión y los recursos públicos, que son los recursos de todos los colombianos.
Elisabeth Ungar. Directora Ejecutiva. Transparencia por Colombia. Bogotá.