El golpe de Estado de Leyva: de lo peligroso a lo absurdo
Revuelo en el país causaron las revelaciones del diario El País de España, en las que, durante unas misteriosas conversaciones en Madrid, el excanciller Álvaro Leyva, de forma algo confusa, insinúa una especie de golpe palaciego contra el presidente Petro. Propone una supuesta transición —o así lo da a entender— que sería encabezada inicialmente por la vicepresidenta Francia Márquez y, posteriormente, por la periodista y ahora candidata Vicky Dávila.
La propuesta, que ya de por sí resulta enrevesada, hace parte de unos audios publicados por El País y denunciados por el polémico exalcalde de Medellín, Daniel Quintero.
Lo verdaderamente peligroso del asunto es que deja en evidencia el alcance de Álvaro Leyva, un hombre con un infinito espíritu de intriga, que ha viajado no solo a España, sino también a Estados Unidos, promoviendo la necesidad de que el presidente Petro deje el poder, como se afirmó hoy en Caracol Radio. Leyva es un hombre con todo tipo de contactos, capaces de generar incluso un aislamiento internacional de Colombia.
Es, por tanto, absurdo que ahora Leyva lo niegue y dé unas excusas poco creíbles, mientras que Vicky Dávila presenta una especie de interrogatorio forzado en el que Leyva niega todo, más de forma evasiva que convincente.
Daniel Samper Ospina tiene razón al calificar este episodio como “Circombia”, un país donde lo ridículo de nuestros dirigentes y candidatos ya roza lo deplorable. Y, aun así, pretenden ser presidentes de la República. Como en el tango: qué falta de respeto, qué atropello a la razón.
Rodolfo Alberto Vanegas Pérez
En coma, pero no en silencio
A propósito del editorial del 3 de julio, titulado “Atentado a Miguel Uribe Turbay: ¡Respeten el dolor ajeno!”. En esta contraeditorial hago público mi silencio. El silencio es una oración íntima, plegada en el suspiro.
Miguel, clínicamente, se encuentra en coma inducido. Él está viviendo una realidad inexpresable, habitando conexiones inenarrablemente bellas y trascendentes, al margen de los murmullos, cuchicheos y rumores lanzados estratégicamente para agitar y desacreditar.
Quienes propagan hipótesis y rumores son los más interesados en que la información, sesgada y amañada, sea filtrada perversamente en los medios masivos de comunicación, causando desconcierto y la mayor de las incertidumbres. Siempre calculan sus beneficios a conveniencia. Y, lamentablemente, de rumores y chismes sí que son expertos los políticos colombianos; ya lo han demostrado con suficiente destreza al movilizar a sus feroces seguidores hacia cruentas batallas.
Lo verdaderamente sorprendente, ante este maremágnum de aprovechados, es la entrega desmedida del equipo médico, el amor de sus seres queridos que hablan desde el alma, y la gratuidad de quienes, en silencio, oramos para que el aliento siga alimentando sus sueños de vida.
Emel Jiménez Ochoa
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