Acudimos a ustedes para expresar nuestra preocupación por la mención que se hace del Ingenio Manuelita en el artículo “El último rastro de la masacre del Naya”, publicado el pasado 7 de enero de 2011 y que es firmado por Édinson Arley Bolaños.
En éste, se asocia a nuestra empresa con el pago a paramilitares para permitir movilización de tropas en Santander de Quilichao.
Manuelita S.A. nunca ha tenido contacto alguno con organizaciones al margen de la ley y mucho menos ha fomentado actos violentos y criminales, como ahí se menciona. Nuestra empresa, como parte del Grupo Manuelita, se rige bajo un Código de Conducta que compromete a todos y cada uno de nuestros colaboradores y directivos, el cual reconoce y manifiesta total respeto y compromiso con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Igualmente, Manuelita S.A. adhirió al Pacto Global y a sus principios de apoyo y respeto a la protección de los derechos humanos, normas laborales, ambientales y de lucha contra la corrupción. Lo anterior confirma nuestro compromiso con las más altas exigencias mundiales en responsabilidad social y nos permite afirmar con absoluta certeza que la alusión sobre supuestos pagos a paramilitares riñe con la verdad y no tiene ninguna base que la soporte.
A pesar de que la mención está incluida en un relato que cita a un tercero, nos preocupa que el nombre de nuestra organización se asocie a situaciones tan graves y dolorosas como las vividas por las comunidades de las tierras del Naya.
En Colombia y en las regiones donde tiene negocios el Grupo Manuelita, nuestro propósito es el de generar progreso y bienestar con empresas y productos ejemplares a partir del aprovechamiento racional y sostenible de los recursos naturales.
Hárold Éder. Presidente.
Doña Nydia y Cundinamarca
Cada vez que ha ocurrido un desastre en Cundinamarca, la primera llamada que recibimos para ofrecer ayuda es la de doña Nydia Quintero de Balcázar.
En tragedias recientes como el terremoto que sacudió a los municipios de Quetame, Fosca y Cáqueza, las inundaciones de Mosquera y los sucesivos deslizamientos que afectaron varios barrios en Soacha, la presencia fue inmediata.
Centenares de mercados, colchonetas, cobijas, artículos de aseo y vituallas en general se entregaron a los damnificados. Ella misma, bajo el sol, la lluvia, llega a los lugares más difíciles para socorrer, para alentar con su sonrisa y su afecto. La acompañan siempre los policías y los jóvenes solidarios.
A un ser excepcional como doña Nydia le debemos toda consideración e imperecedera gratitud.
Andrés González Díaz. Gobernador de Cundinamarca.
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