Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Me permito celebrar el editorial del 18 de enero titulado “La prueba de que es el sur de la capital”, en el que se reflexiona sobre la oportunidad que tiene Bogotá para planificar el futuro desarrollo del sur y, en particular, de la localidad de Usme.
Al ser Metrovivienda el responsable de “Usme Ciudad Futuro”, quisiera hacer unos breves apuntes que sin duda ayudarán a alimentar el debate que plantea El Espectador. Pues precisamente este proyecto urbanístico, el más importante de Bogotá en los próximos 20 años y uno de los más grandes de Latinoamérica, lo que busca es contener el “desorden característico del subdesarrollo” que han padecido los bogotanos que viven en esta importante localidad.
Si bien “Usme Ciudad Futuro” plantea intervenir 900 hectáreas en un plazo aproximado de 20 años construyendo 53.000 viviendas y desarrollando un urbanismo integral con nuevos parques y espacio público, obras para evitar la contaminación de las quebradas, avenidas, vías y redes de servicios públicos; en la primera etapa que llevará a cabo esta administración se construirán 10.500 viviendas, que beneficiarán a cerca de 35.000 personas de estratos uno, dos y tres, en una zona de 70 hectáreas.
El editorialista plantea una duda fundamental con respecto a la preservación de los recursos naturales de esta importante zona; trabajos que muestran uno de sus principales logros con la culminación de los interceptores de aguas negras de las quebradas Fucha y Piojo, cuerpos de agua que venían siendo contaminados, precisamente, por el crecimiento informal que se ha dado en la localidad de Usme. Esta obra es fundamental en la recuperación y protección ambiental.
Y es que “Usme Ciudad Futuro” es un proyecto estratégico para Bogotá, pues busca contener el desarrollo urbano informal que es evidente en la localidad y en otros sectores de la ciudad; además, establece un borde de transición entre las zonas protegidas del páramo, las áreas urbanas con actividad agrícola y los sectores urbanizados. Igualmente, su desarrollo se basa en principios ecológicos y el respeto por los habitantes de la localidad de Usme, de su patrimonio, de sus valores culturales y de su tradición. Preocupaciones que se han manifestado en su editorial y en el que la administración de la Bogotá Positiva ha venido trabajando. Esta es la visión de un desarrollo ordenado, productivo, incluyente y sostenible. Fruto, además, de un trabajo conjunto de cerca de 10 años de Metrovivienda, las Secretarías de Hábitat y Planeación Distrital, así como la Alcaldía Mayor.
Francesco Ambrosi Filardi. Gerente de Metrovivienda.
Envíe sus cartas a ector@elespectador.com.
