Publicidad

¿Florecerá el Ministerio de Medio Ambiente?

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Cartas de los lectores
07 de enero de 2011 - 02:54 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Aunque de manera tímida, insegura, como si no se tuviera la certeza de la verdadera solución al problema de las inundaciones y de los deslizamientos que padecen las poblaciones que habitan en las zonas de llanuras, riveras de los ríos y de los barrios marginales de las ciudades, por fin se empieza a hablar de reubicar a estas poblaciones a lugares donde no queden expuestos a ser sepultados por el agua y la tierra.

Parece que ahora empieza a desbordar la imaginación al ver que en cada época invernal muchas familias colombianas, las más pobres, padecen estas inclemencias perdiendo sus viviendas, sus cultivos, la escasa salud que les acompaña y hasta sus vidas, todo por ser víctimas del desplazamiento de la pobreza simple y llana, más la que se acrecienta con el desplazamiento del conflicto social que padecemos, frente a un Estado que hasta ahora no había pensado en prevenir estas catástrofes.

¿Hasta cuándo la clase dirigente seguirá esperando a que los problemas toquen fondo para tomar medidas encaminadas a solucionarlos? Lo que a muchos nos alienta es que ahora se habla de prevenir estas calamidades, evitando la deforestación, canalizando ríos, realizando diques, pensando en reubicar poblaciones, controlando las Corporaciones Autónomas Regionales y ojalá prohibiendo en adelante la construcción en zonas de riesgo, todo esto no sólo para evitar tanto dolor, sino para ahorrarle costos cada año al Estado y dejar de constituir una vergüenza internacional por falta de la construcción de un modo de vida digno para nuestra sociedad.

Después del desolador panorama que deja esta ingrata temporada invernal, en una época que significa por lo menos el consuelo de estar bajo techo con el calor de hogar, se espera que el Ministerio del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial empiece a proyectarse en su verdadera dimensión.  La solución no puede creerse que está en las ayudas humanitarias de caridad.

Alienta escuchar también por primera vez que las ayudas están llegando a sus destinatarios, esto seguramente contribuirá a consolidar el espíritu solidario de los colombianos. Quizá las vicisitudes que hoy padecen tantos sea un motivo para iniciar la proyección de civilizados proyectos de vida.

 Francisco Ortega. Bogotá.

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.