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Respetuosamente, expongo mi desacuerdo con el artículo “Así me salvé de la avalancha de Armero, que parecía el fin del mundo”, de Julio Corredor, periodista colombiano radicado en la ciudad de Waterloo, Ontario (Canadá) desde 2001. Los armeritas hemos sido tratados con desidia, indiferencia, invisibilizados y en este artículo el autor falta a la verdad, elaborando un Fake news geográfico y de contexto. Los hechos son:
1. “Porque en ese tiempo los medios hablaban mucho de la situación de riesgo por la creciente actividad del volcán nevado del Ruiz”. El gobierno nacional y el departamental se encargaron de tener esa información en sus escritorios burocráticos, dejando a la población a merced del infausto suceso. Él muestra al pueblo como si los habitantes hubieran querido inmolarse por gusto.
2. “De pronto, tuvimos que parar porque al llegar a Guayabal (hoy Armero-Guayabal), justo después de pasar el puente sobre la quebrada Lagunilla…”. El puente que hay antes de llegar a Armero-Guayabal está sobre el río Sabandija. Lagunilla no es una quebrada, es un río que queda en la vía hacia Lérida al lado opuesto.
3. En la crónica relata estar en la carretera hacia Mariquita: “… personas que ya venían de Mariquita, para donde íbamos nosotros… … lo había arrojado sobre la orilla del río Lagunilla…”. La avalancha solo llegó hasta el serpentario, que queda antes de llegar a Guayabal, todo es un relato incongruente. Aclaro que el río entre Armero-Guayabal y Mariquita es el río El Guamo, Balneario Lumbi.
4. Por otra parte, en el penúltimo párrafo menciona “las carreteras sepultadas”. Las calles y carreras de Armero fueron las que quedaron sepultadas: la entrada y salida de Armero hacia Guayabal; Armero hacia Lérida, que era la carrera 18; la entrada y salida de Armero hacia San Pedro; Armero hacia Méndez, que era la calle 12.
5. En este mismo párrafo: “… un incremento en el nivel de las aguas del río Magdalena y se temía que pudiera arrasar el puente de La Dorada, lo que implicaba quedar desconectados con la vía que conducía a Bogotá”. Para llegar al puente de La Dorada debió pasar primero por Honda, donde los puentes que se vieron afectados fueron: el Puente López o San Francisco que se eleva sobre el río Gualí en el centro de Honda, que presentó una creciente a raíz de la avalancha; el Puente Luis Ignacio Andrade o Puente del Carmen, que se eleva sobre el río Magdalena y comunica a Honda con Puerto Bogotá en Cundinamarca.
El Espectador ha sido un referente de un periódico que se apega a la verdad, el respeto, la integridad y el crear confianza en el lector. Confianza que primero tuvo mi padre médico, desaparecido en Armero y fiel suscriptor de su periódico, y luego yo, como hija de una de las víctimas no encontradas y armerita de nacimiento. Por consiguiente, quise hacer estas aclaraciones, para que cualquiera no diga que es sobreviviente de la tragedia. Esta crónica ha debilitado un poco mi confianza en ustedes por ser un suceso que es muy sensible, al ser un tema de no cierre en nuestra familia.
Gina Solano.
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