Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Es claro que los grupos terroristas en el mundo buscan, con sus violentas acciones, secuestros y demás vejámenes, la mediática y continua noticia de los medios de comunicación, que los ponen a mojar prensa, publicando en primeras páginas las fotografías de dichos criminales.
En los medios escritos, radiales y televisivos, con un “último minuto”, abren sus ediciones con bombos y platillos: siempre compitiendo por acaparar la audiencia, ¡claro, eso vende! Pero los únicos beneficiados son los terroristas.
¿Por qué si sabemos de estas patrañas los siguen titulando como héroes? ¿Por qué en lugar de tanto despliegue, el periodismo no se limita a hacer sólo una mención corta en páginas interiores, destacando, en cambio, en grandes titulares y con imágenes, solamente a las víctimas?
Hay que priorizar dando más pantalla a los comunicados de las víctimas y del Gobierno, tomando así la sartén por el mango. En estos violentos hechos no hay ganadores: siempre son todos perdedores (al menos en la teoría), pero en la práctica siempre terminan dando vuelta olímpica los facinerosos. Siempre terminamos debiéndoles. Siempre ellos, cínicamente, dicen que realizan acciones de paz.
Creo que los medios de comunicación, desde siempre, se han dejado manipular y manipulan tan desdeñables actos en beneficio de los criminales y de ellos mismos.
Siempre que los violentos burlan todos los derechos humanos, los medios deben ser parcos y medirse en la información.
Es incomprensible que ahora el general Rubén Darío Alzate resulte culpable de su secuestro y la Armada Nacional culpable del ataque de las Farc a Gorgona.
Para rematar, hay debates en el Congreso. Mientras tanto las Farc, limpias y humanitarias, nuevamente se salen con la suya.
No podemos ser indiferentes, pero tampoco podemos convertir a los terroristas en protagonistas.
Raúl Moreno Sierra. Medellín.
