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Los resúmenesde 2010

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Cartas de los lectores
04 de enero de 2011 - 02:54 a. m.
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El fin de año ha traído, además de los infaltables resúmenes y balances de lo hecho o dejado de hacer en los 365 días de 2010, la tradicional visión de los “creativos” de los medios (prensa, radio y TV, especialmente) a través de los sketches, las pifias detrás de cámaras off the record, las caricaturas y los humoristas del micrófono, aspirando a conjugar sus habilidades y talentos para distraer los ocios vacacionales de los consumidores, en general quedando en deuda con la afición.

Los resúmenes de “inocentadas” y embarradas de los noticieros de TV del Día de los Inocentes no pasaron de ser “refritos” pobrísimos comparados con lo que han hecho en años pasados, eso sí con ostensible aumento del mal gusto y la grosería, tanto de edición como de los presentadores en los estudios. En cuanto a la radio, el estilo “julito” y “luciérnaga” no dio posibilidad de mostrar nada diferente. Y en la prensa, lamentable la pobreza imaginativa de quienes hicieron los resúmenes gráficos: aun los que se consideran maestros del lápiz y el pincel, parece que sin excepción están contagiados del síndrome del unanimismo. Preguntamos sin rodeos: ¿La autocensura nos está consumiendo?

 Antonio Ramírez Caro. Bogotá.

La voz de fin de año que se fue

Dentro del grupo de personalidades que nos dejaron durante el año 2010, hay una voz que es infaltable justo a medianoche cada 31 de diciembre. Una voz grave, que a fuerza de escucharla cada año es tan cercana, como la de cualquier familiar.

La voz de la que hablamos es el acicate apropiado que hace correr a muchos a su casa de infancia para abrazar a su mamá, a otros nos llena de nostalgia por la ausencia de aquella viejita. Muchos colombianos piensan que la canción Faltan cinco pa’ las doce es parte del pentagrama nacional, pero no es así: se trata de una obra del compositor venezolano Oswaldo Oropeza, y su gran intérprete fue Néstor Zavarce, también venezolano, quien falleció el pasado 27 de agosto.

Zavarce, aparte de cantante, fue locutor, actor de cine y televisión. En el hermano país apareció en más de 30 telenovelas y 20 películas. Como cantante popularizó varios temas, entre otros El pájaro Chogüí, la inolvidable canción de fin de año fue grabada en 1965 en Caracas y desde entonces ha venido sonando de manera puntual cada 31 de diciembre.

Este año, la voz seguirá acompañándonos, como seguramente lo hará en los años futuros, aunque su dueño se haya ido a abrazar a su mamá en la eternidad, porque las “campanas de la iglesia están sonando”.

 Dixon Moya.  Bogotá.

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