Publicidad

Motos y salud pública

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Cartas de los lectores
21 de noviembre de 2025 - 05:00 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Hace poco se dio como noticia importante que en Colombia se habían vendido más de 98.000 motocicletas en octubre, engrosando así la gran cantidad de estos aparatos que circulan en las ciudades, provocando accidentes mayores y menores, obstruyendo las congestionadas vías y llenando de pacientes los servicios de urgencias hospitalarias.

Es perfectamente entendible que la moto es un vehículo liviano, ágil, fácil de manejar y muy económico, ideal para un desplazamiento rápido, especialmente si no hay un buen transporte público como sucede en Bogotá, y que muchos ciudadanos lo usan para movilizarse o como instrumento de trabajo. Todo esto estaría muy bien si no fuera por la imprudencia de sus usuarios, que no miden riesgos y se lanzan al asfalto a velocidades increíbles, poniendo en peligro sus vidas y la de los demás. Aparte de esta actitud irresponsable, son muchos los moteros que transitan sin SOAT, deben ser atendidos por el SISBÉN y se han convertido en un problema de salud pública por el gran detrimento que causan al sistema.

Deberían las autoridades competentes considerar esta problemática situación y dictar un reglamento que obligue a los concesionarios a vender la moto con SOAT incluido por lo menos para dos años, controlar y sancionar severamente los excesos de velocidad de estos conductores y confiscar las motos que sean sorprendidas sin SOAT o con uno falsificado. Tal vez así los ciudadanos de a pie o que tienen un vehículo particular podrán circular con mayor tranquilidad y menores riesgos.

P. D. ¿Por qué la justicia colombiana es tan permisiva y blanda con los ladrones de cuello blanco? Estos delincuentes roban al Estado y, por lo tanto, a la educación y salud de todos; sin embargo, se les da casa por cárcel o cárceles especiales, reciben rebaja de penas por cualquier cosa y son tratados con guante blanco. Luego salen a disfrutar de un dinero mal habido. Deberían ir a cárceles de alta seguridad (son un peligro público) y sin ningún tipo de canonjías.

Cornelio Salcedo

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com

Conoce más

Temas recomendados:

 

FERNANDO GONZALEZ BOTERO(d4ryj)23 de noviembre de 2025 - 01:34 p. m.
Y cuando van a pagar peajes!!
Olegario (51538)22 de noviembre de 2025 - 08:13 a. m.
Los moteros (que no las motos) son un problema de salud pública: imprudentes, temerarios, gavilleros, chantajistas, ruidosos y sumamente peligrosos. Por su número y capacidad de chantaje hace rato (por lo menos en Bogotá) les ganaron el pulso a las autoridades. Un gamín, atrevido y violento, el tal Fuchi, es su líder, nada menos que en el Concejo de la ciudad, patrocinado por el delfín Lara, un señalado dipsómano. Cagados y el agua lejos.
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.