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Es un día histórico para Colombia y sus instituciones impartidoras de justicia.
La decisión judicial que declara culpable al expresidente Álvaro Uribe Vélez por soborno a testigos y fraude procesal marca un antes y un después en la historia democrática del país. No se celebra el castigo de un hombre, sino la valentía de una jueza que, en medio de presiones políticas y mediáticas, eligió honrar la ley por encima del poder. Se reconoce también la dignidad de las víctimas de la violencia, aquellas que han esperado décadas por verdad, reparación y justicia en un país donde el silencio ha sido moneda de cambio.
La justicia no es venganza; es orden, es memoria y es esperanza. Por eso, hoy más que nunca, es momento de rechazar la idolatría política, esa que convierte en héroes a quienes han sido responsables de crímenes, corrupción o guerra. Hay que dejar de romantizar la violencia y cuestionar a quienes hacen apología del dolor ajeno: los que se retratan con criminales, los que exaltan a cantantes o deportistas violentadores, a los que desprecian e insultan el sufrimiento de los demás solo porque no piensan igual.
También es momento de ahorrarnos los comentarios sin fundamento sobre el fallo solo porque no nos gusta el resultado. Eso no habla de justicia, habla de fanatismo y también de mezquindad. Porque en un país herido, el respeto por las decisiones judiciales es un primer paso hacia la reconciliación. El desacuerdo es legítimo, pero debe sustentarse en argumentos, no en pasiones ciegas.
La verdad no tiene ideología. La paz no es de derecha ni de izquierda. Es hora de que los ciudadanos asumamos una postura ética frente al país que queremos: uno donde nadie esté por encima de la justicia, donde no se repita el ciclo del odio y donde se construya memoria sin miedo.
Que este fallo sea una oportunidad para hacer silencio interior, para escuchar el clamor de los que ya no están y de los que aún sobreviven. Que nos enseñe a ser más justos, más empáticos y más humanos.
Y que, al fin, la verdad nos sane.
Margarita Solano, periodista y educadora de paz
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