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Que la verdad nos sane

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01 de agosto de 2025 - 05:00 a. m.
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Es un día histórico para Colombia y sus instituciones impartidoras de justicia.

La decisión judicial que declara culpable al expresidente Álvaro Uribe Vélez por soborno a testigos y fraude procesal marca un antes y un después en la historia democrática del país. No se celebra el castigo de un hombre, sino la valentía de una jueza que, en medio de presiones políticas y mediáticas, eligió honrar la ley por encima del poder. Se reconoce también la dignidad de las víctimas de la violencia, aquellas que han esperado décadas por verdad, reparación y justicia en un país donde el silencio ha sido moneda de cambio.

La justicia no es venganza; es orden, es memoria y es esperanza. Por eso, hoy más que nunca, es momento de rechazar la idolatría política, esa que convierte en héroes a quienes han sido responsables de crímenes, corrupción o guerra. Hay que dejar de romantizar la violencia y cuestionar a quienes hacen apología del dolor ajeno: los que se retratan con criminales, los que exaltan a cantantes o deportistas violentadores, a los que desprecian e insultan el sufrimiento de los demás solo porque no piensan igual.

También es momento de ahorrarnos los comentarios sin fundamento sobre el fallo solo porque no nos gusta el resultado. Eso no habla de justicia, habla de fanatismo y también de mezquindad. Porque en un país herido, el respeto por las decisiones judiciales es un primer paso hacia la reconciliación. El desacuerdo es legítimo, pero debe sustentarse en argumentos, no en pasiones ciegas.

La verdad no tiene ideología. La paz no es de derecha ni de izquierda. Es hora de que los ciudadanos asumamos una postura ética frente al país que queremos: uno donde nadie esté por encima de la justicia, donde no se repita el ciclo del odio y donde se construya memoria sin miedo.

Que este fallo sea una oportunidad para hacer silencio interior, para escuchar el clamor de los que ya no están y de los que aún sobreviven. Que nos enseñe a ser más justos, más empáticos y más humanos.

Y que, al fin, la verdad nos sane.

Margarita Solano, periodista y educadora de paz

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jose Neón Laverde Morales(16146)03 de agosto de 2025 - 04:27 p. m.
La prensa ha sido fundamental en toda la vida de la sociedad porque es la que puede portar las opiniones y orientaciones objetivamente. Desafortunadamente este concepto se ha tergiversado y hoy en día los periódicos están sólo para informar únicamente lo que beneficie a las élites más poderosas del país. Por tal motivo en lugar de orientar a la comunidad, la manipula. Destaco al ESPECTADOR que en estos mementos de agitación política y judicial ha sido un orientador imparcial. l
MARIA CECILIA MCAUSLAND SANCHEZ(30795)03 de agosto de 2025 - 02:08 p. m.
Maravillosa carta. Muchas gracias.
Carlos José Plazas Cifuentes(33647)01 de agosto de 2025 - 04:00 p. m.
Es un razonamiento que deberíamos tener en cuenta para sacar adelante a este país que ha vivido en la violencia y los odios políticos, pro lo difícil está en que lo que sembró el personaje que nos ocupa tenga ese pensamiento y deje su egolatría y mezquindad haciéndole caer en cuenta a esos seguidores incondicionales del error en que se encuentran.
juan antonio garcia diaz(45954)01 de agosto de 2025 - 01:34 p. m.
Excelente carta, poco hay que agregar, esta todo dicho.
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