En ejercicio de mi derecho a la réplica frente al manto de duda que siembra sobre mi gestión como secretario de Transparencia el periodista Norbey Quevedo en su artículo del día 7 de diciembre, titulado “La reunión que enreda al zar anticorrupción”, me permito hacer las siguientes aclaraciones:
Primero, el retiro del Partido de la U de los pasados 20 y 21 de noviembre transcurrió en dos fases, una de naturaleza política y otra programática, a la cual fueron invitados todos los altos funcionarios que pertenecen a esa colectividad y otros más. Es natural que los funcionarios del alto gobierno se reúnan con los partidos para discutir asuntos de interés compartido, tales como el Plan Nacional de Desarrollo, la agenda legislativa o el proceso de paz. Más normal aún, que los funcionarios de gobierno se reúnan con el (los) partido(s) de gobierno.
Segundo, en la convención participaron los ministros de Comercio, Agricultura, Educación, defensa y Hacienda, el ministro de la Presidencia, el Dr. Humberto de la Calle, las directoras de ProColombia y Colciencias y el presidente de la República. Quevedo presenta la noticia como si yo hubiese sido el único funcionario del Gobierno en asistir a esa reunión, lo cual es una omisión grave.
Tercero, la invitación del Partido a los funcionarios que asistimos fue hecha por canales oficiales. En esa medida, tanto la invitación como la participación de todos los funcionarios públicos que asistimos al retiro se hicieron abiertamente.
Cuarto, arribé a Santa Marta el jueves por la noche, después de que las deliberaciones y decisiones de naturaleza política habían sido adoptadas por el Partido. No tuve nada que ver con las decisiones que fueron tomadas ese día: no participé de ellas, no me pronuncié sobre ellas ni influí a ningún miembro del Partido sobre las mismas. El viernes asistí a las discusiones sobre el Plan Nacional de Desarrollo y de agenda legislativa.
Quinto, todos los gastos del viaje corrieron por mi cuenta, incluyendo hospedaje y tiquetes de vuelo.
Sexto, en cuanto a las supuestas acusaciones por los viajes internacionales que he realizado en mi condición de secretario de Transparencia, es necesario precisar que ambos (a Brasil y a Costa Rica) se desprenden de las obligaciones que el Gobierno de Colombia ha asumido frente a organizaciones o redes internacionales que promueven la transparencia.
En esa medida, los viajes realizados no reflejan una agenda personal, sino una agenda de Estado, en la cual la Alianza para el Gobierno Abierto, la Red de Transparencia Internacional y el acceso a la OCDE, entre otras, son de la mayor importancia para Colombia, en un contexto de búsqueda de la paz, en la cual la transparencia y sanción de la corrupción se hace más urgente.
Camilo Alberto Enciso Vanegas. Secretario de Transparencia.
En ejercicio de mi derecho a la réplica frente al manto de duda que siembra sobre mi gestión como secretario de Transparencia el periodista Norbey Quevedo en su artículo del día 7 de diciembre, titulado “La reunión que enreda al zar anticorrupción”, me permito hacer las siguientes aclaraciones:
Primero, el retiro del Partido de la U de los pasados 20 y 21 de noviembre transcurrió en dos fases, una de naturaleza política y otra programática, a la cual fueron invitados todos los altos funcionarios que pertenecen a esa colectividad y otros más. Es natural que los funcionarios del alto gobierno se reúnan con los partidos para discutir asuntos de interés compartido, tales como el Plan Nacional de Desarrollo, la agenda legislativa o el proceso de paz. Más normal aún, que los funcionarios de gobierno se reúnan con el (los) partido(s) de gobierno.
Segundo, en la convención participaron los ministros de Comercio, Agricultura, Educación, defensa y Hacienda, el ministro de la Presidencia, el Dr. Humberto de la Calle, las directoras de ProColombia y Colciencias y el presidente de la República. Quevedo presenta la noticia como si yo hubiese sido el único funcionario del Gobierno en asistir a esa reunión, lo cual es una omisión grave.
Tercero, la invitación del Partido a los funcionarios que asistimos fue hecha por canales oficiales. En esa medida, tanto la invitación como la participación de todos los funcionarios públicos que asistimos al retiro se hicieron abiertamente.
Cuarto, arribé a Santa Marta el jueves por la noche, después de que las deliberaciones y decisiones de naturaleza política habían sido adoptadas por el Partido. No tuve nada que ver con las decisiones que fueron tomadas ese día: no participé de ellas, no me pronuncié sobre ellas ni influí a ningún miembro del Partido sobre las mismas. El viernes asistí a las discusiones sobre el Plan Nacional de Desarrollo y de agenda legislativa.
Quinto, todos los gastos del viaje corrieron por mi cuenta, incluyendo hospedaje y tiquetes de vuelo.
Sexto, en cuanto a las supuestas acusaciones por los viajes internacionales que he realizado en mi condición de secretario de Transparencia, es necesario precisar que ambos (a Brasil y a Costa Rica) se desprenden de las obligaciones que el Gobierno de Colombia ha asumido frente a organizaciones o redes internacionales que promueven la transparencia.
En esa medida, los viajes realizados no reflejan una agenda personal, sino una agenda de Estado, en la cual la Alianza para el Gobierno Abierto, la Red de Transparencia Internacional y el acceso a la OCDE, entre otras, son de la mayor importancia para Colombia, en un contexto de búsqueda de la paz, en la cual la transparencia y sanción de la corrupción se hace más urgente.
Camilo Alberto Enciso Vanegas. Secretario de Transparencia.