En relación a su editorial del 29 de junio de 2015 (“Palomino, crecimiento verde vulnerable”), me permito hacer las siguientes precisiones:
1. A diferencia de lo expresado en el sentido de que el corregimiento de Palomino es un área conservada, tenemos que decir que lamentablemente no es de esta manera, pues los daños ambientales que están generando empresas como Promigás y Puerto Brisa, entre otras, y algunos hoteleros, con la actitud omisiva de la administración municipal, son de unas dimensiones insospechadas, tanto que la fauna, la flora y las personas, incluidas mujeres embarazadas y niñez en general, están padeciendo las consecuencias en su ecosistema ancestral y su salud, respectivamente.
2. En consonancia con lo anterior, la administración municipal, a fin de construir una poza séptica a 200 metros de distancia de la zona de playa y cuyas aguas residuales van a desembocar directamente en el mar, ha generado el desplazamiento de 27 familias, de terrenos de la misma Alcaldía, usando la fuerza y sin solución de reubicación.
3. Ustedes afirman que es el Concejo municipal de Mingueo el que pretende llevar a cabo la propuesta que busca modificar el POT para declarar una amplia zona litoral como de uso urbano. Mingueo es un corregimiento del municipio de Dibulla, entonces es el Concejo del municipio de Dibulla, junto con la administración municipal, el que pretende llevar a cabo lo mencionado en el editorial.
4. Ustedes afirman que las voces de algunos hoteles se levantan, pero no se oyen. Quiero decirles que desde agosto del año pasado hemos venido tratando de que nuestra voz se oiga, pero no ha sido posible que tenga el eco que quisiéramos. Es por eso que su editorial, más que una voz, es un grito refrescante que nos motiva a escribirles para mencionar que le hemos escrito cartas al director de la Policía Nacional (quien es el único que ha sido receptivo, aunque no en el grado que demanda la gravedad del tema), al director general marítimo, al ministro de Medio Ambiente y a la Presidencia de la República.
Agradecemos los comentarios hechos en su editorial, aun sin saber de fondo la gravedad de la magnitud de todos los problemas sociales y ambientales que aquejan a Palomino y que hemos referido en las cartas que hemos enviado. Esto mencionado es apenas un breve resumen de la situación actual que se está presentando en Palomino.
Alma Ortega. Pueblo de Palomino.
Envíe sus cartas a lector@elespectador.com.
En relación a su editorial del 29 de junio de 2015 (“Palomino, crecimiento verde vulnerable”), me permito hacer las siguientes precisiones:
1. A diferencia de lo expresado en el sentido de que el corregimiento de Palomino es un área conservada, tenemos que decir que lamentablemente no es de esta manera, pues los daños ambientales que están generando empresas como Promigás y Puerto Brisa, entre otras, y algunos hoteleros, con la actitud omisiva de la administración municipal, son de unas dimensiones insospechadas, tanto que la fauna, la flora y las personas, incluidas mujeres embarazadas y niñez en general, están padeciendo las consecuencias en su ecosistema ancestral y su salud, respectivamente.
2. En consonancia con lo anterior, la administración municipal, a fin de construir una poza séptica a 200 metros de distancia de la zona de playa y cuyas aguas residuales van a desembocar directamente en el mar, ha generado el desplazamiento de 27 familias, de terrenos de la misma Alcaldía, usando la fuerza y sin solución de reubicación.
3. Ustedes afirman que es el Concejo municipal de Mingueo el que pretende llevar a cabo la propuesta que busca modificar el POT para declarar una amplia zona litoral como de uso urbano. Mingueo es un corregimiento del municipio de Dibulla, entonces es el Concejo del municipio de Dibulla, junto con la administración municipal, el que pretende llevar a cabo lo mencionado en el editorial.
4. Ustedes afirman que las voces de algunos hoteles se levantan, pero no se oyen. Quiero decirles que desde agosto del año pasado hemos venido tratando de que nuestra voz se oiga, pero no ha sido posible que tenga el eco que quisiéramos. Es por eso que su editorial, más que una voz, es un grito refrescante que nos motiva a escribirles para mencionar que le hemos escrito cartas al director de la Policía Nacional (quien es el único que ha sido receptivo, aunque no en el grado que demanda la gravedad del tema), al director general marítimo, al ministro de Medio Ambiente y a la Presidencia de la República.
Agradecemos los comentarios hechos en su editorial, aun sin saber de fondo la gravedad de la magnitud de todos los problemas sociales y ambientales que aquejan a Palomino y que hemos referido en las cartas que hemos enviado. Esto mencionado es apenas un breve resumen de la situación actual que se está presentando en Palomino.
Alma Ortega. Pueblo de Palomino.
Envíe sus cartas a lector@elespectador.com.