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A propósito del anunciado subsidio para vivienda no VIS

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Columna del lector: Juan Guillermo Villegas Alzate*
28 de septiembre de 2020 - 02:00 a. m.
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Como un gran beneficio se anuncia un nuevo subsidio para la compra de vivienda, pero un análisis simple evidencia que otra vez el Gobierno muestra preferencias por los grandes grupos económicos y total desconexión con las necesidades de las mayorías. Este subsidio, en vez de fomentar un mejor aprovechamiento del tejido residencial existente, emite un estímulo derrochador, elitista y agresivo con el ambiente. Veamos.

1. Se otorgan $439.000 por mes durante siete años, supuestamente, a personas con capacidad de pago que pueden acceder a créditos bancarios. Como no hay restricciones de ingreso para acceder al beneficio, no importará si realmente la persona tiene una capacidad de pago mayor, porque aun así saldrá beneficiada.

2. Al mismo tiempo un trabajador informal (como la mayoría, antes y durante la crisis del COVID-19) no puede acceder a un crédito y, por ende, tampoco al subsidio, pues la postulación es a través de los bancos.

3. Las viviendas subsidiadas no son exactamente las más baratas. ¿Por qué subsidiar viviendas caras si en el mercado hay productos más baratos? Desde este punto de vista, parece que el beneficio no será para los compradores sino para las constructoras.

4. Un porcentaje (40 %) estará destinado —o al menos habilitado— para compra de segunda vivienda. Quiere decir que es un subsidio que, en vez de ayudar a quien no tiene casa, ayuda a los que ya la tienen. Adicionalmente, este esquema no fomenta la densificación de las áreas centrales, pues la mayoría de proyectos nuevos, donde se comprarán esas segundas viviendas, están apareciendo en áreas periféricas.

5. El subsidio no se puede usar para comprar viviendas usadas. Es decir, aunque hoy se cuenta con un parque inmobiliario inmenso de viviendas desocupadas para vender y arrendar, no se fomenta su aprovechamiento y, por el contrario, se estimula la construcción de más edificios que representarían grandes costos ambientales, tanto en la producción de materiales como en la ocupación de áreas que hoy son verdes.

6. Se dice que el subsidio se repartirá de manera eficiente y equitativa. ¿Pero qué pasa si les damos los $439.000 mensuales por siete años a las personas que viven en casas autoconstruidas o en condiciones de inhabitabilidad? ¿No será más eficiente y equitativo subsidiar el mejoramiento de vivienda?

7. El subsidio se presenta como una “bolsa nacional”, pero es evidente que existen ciudades donde el déficit de vivienda es mayor y más grave. ¿No sería mejor orientar los recursos hacia las regiones que más lo necesitan?

8. Este subsidio, al igual que el que se eliminó para la clase media, parece ser a la tasa de interés, lo cual se traduce en un beneficio para los bancos y no para las personas. A los compradores no se les reduce el precio de la vivienda, simplemente se les cobran menos intereses (que siguen existiendo), pero la deuda no se reduce realmente. Se trata de un gancho comercial.

9. En las principales capitales del país la vivienda no VIS es más cara (150 SMMLV) y se esperaría que estos subsidios se concentren en estas ciudades, con lo cual se utilizarán recursos del Estado para comprar productos más caros que los ofrecidos en otras áreas, aumentando la concentración de capital y, en consecuencia, la desigualdad.

La reflexión debe ser más de fondo, porque no puede ser que la esperanza de reactivación económica se concentre en una actividad altamente contaminante, basada en la explotación de no renovables, multiplicadora de una clase trabajadora de poca preparación y baja remuneración, y que, tal como viene siendo practicada, simplemente está produciendo una mayor segregación socioespacial.

*Arquitecto, magíster en Arquitectura y Tecnologías Sostenibles, magíster en Geografía, estudiante de doctorado en Geografía en la Universidad Federal de Río de Janeiro.

Por Juan Guillermo Villegas Alzate*

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Manuel(66071)03 de octubre de 2020 - 07:56 p. m.
Sin duda lo dicho es cierto y agregaría que fuera de beneficiar a los bancos con el regalo en el 2019 de 9 billones, y 750 millones en descongelamiento del encaje, más el regalazo que tiene robando los ahorros de los miles de ancianos que tenian ahorros en cuentas bancarias y los millones que dejan de pagar los fondos privados y para completar la hipoteca reversa que es un atraco legal ahora duq
  • Manuel(66071)03 de octubre de 2020 - 08:02 p. m.
    Si lo anterior no basta que nos cuenten que bancos compraron las reservas de oro al 70% del precio comercial y que los obvios compradores ganaron una millonada pero todo en munda calladito como si esos fondos no fueran de la nación.
  • Manuel(66071)03 de octubre de 2020 - 08:00 p. m.
    duque nos agrega esta joyita como regalo envenenado. Lo que no contó es que los 400mil se van devaluando en el curso del tiempo pero las cuotas si vienen revalorizadas o sea que el bobito que se meta en el supernegocio sale superquemado y por otro lado los impuestos prediales que se valorizan al doble como en chapinero ahogarán el supuesto regalo.
Atenas(06773)29 de septiembre de 2020 - 02:40 p. m.
Y en tamaña visión tan negativista, y de quien sólo se ocupa de copar títulos, claro queda q' el arquitecto sólo sabe diseñar y decorar su singular apreciacion, pues poco ha podido captar de cuánta ilusión hay en el mercado no solo por la opción de tener vivienda, como por el suministro e irrigación de liquidez q' aumente el flujo de capitales en circulación y aireé la economía.
  • Manuel(9808)01 de octubre de 2020 - 01:41 p. m.
    Tremenda equivocación la suya; porque el columnista se sobra en razones. Al final la cordura del columnista se puede resumir en que este subsidio corresponde al otorgado por la empresa armadora al darse cuenta que el mar se está secando.
Alicia(96078)28 de septiembre de 2020 - 11:00 p. m.
Gracias Arquitecto por hacernos comprender que en éste, como en todos los proyectos del gobierno, se piensa primero en los intereses de los dueños de capital y por último en la población. Hasta cuando¡¡¡
Enrrique(25171)28 de septiembre de 2020 - 06:07 p. m.
De este sub-gobierno súbdito AVALado por el mismo, no esperemos nada bueno y justo.
  • Manuel(66071)03 de octubre de 2020 - 08:06 p. m.
    Recordemos que Hambriento Angulo le hizo un préstamo regalo a duque para ayudarle a financiar la elección o compra de votos , que ahora se lo está pagando con la rifa del erario. Hasta dónde nos llevará el centrodemoníaco y su dictadura?
Nelson(11961)28 de septiembre de 2020 - 03:11 p. m.
Los llamados "subsidios" son para mantener negocio de los bancos y constructores, quienes no reducen intereses y precios. Es la lógica de los subsidios a la demanda: con dineros públicos, recaudados con sistemas tributarios regresivos, se sostenga el negocio privado. Igual en educación, mantener con dineros públicos y endeudamiento el sistema universitario privado.
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