Pienso que las teletones, que son la oportunidad de los poderosos para hacerles creer a los de abajo que son generosos.
Cuando donan algo lo hacen en público, naturalmente, puesto que son pocos los que donan a escondidas. La princesa Diana detestaba a los paparazzis cuando acechaban sus andanzas amorosas, pero los llamaba cuando iba a hacer una donación.
Este tipo de programas tienden a hacernos creer que los donantes están interesados en la salud del pueblo. Pero en realidad la salud del pueblo es un problema del Estado, que no puede depender de la generosidad televisada de unos pocos. Se dice que como el Estado no presta bien este servicio, esta es una buena manera de llenar este vacío. Con ese cuento se nos llenó el país de empresas de vigilancia privada, cuando la seguridad la debe garantizar el Estado.
Existen entidades que tienen ese mismo objeto de atender las necesidades de salud de los discapacitados, lideradas por personas discapacitadas. ¿Por qué no hacerles la donación a ellos? Por una razón sencilla: en teletón las donaciones son televisadas, y por otra no menos importante: las donaciones en Teletón gozan de una exención de impuestos hasta del 150%. Esto quiere decir simplemente que en muchos casos donar es buen negocio. Además, Teletón también es una entidad prestadora de servicios (IPS), con instalaciones, equipos y servicios de buena calidad, pero con altos costos.
Por estos días el procurador general de la nación regaló 250 mercados para gente de Chocó. Seguramente fueron bien recibidos, y sería tonto estar en contra de esa generosidad. ¿Pero en qué remedia los problemas de los chocoanos? En nada. A su favor algunos alegan que esta es una manera de fomentar la solidaridad de las gentes. En mi opinión, lo que estimula es la superficialidad, propia de los ambientes televisados.
Es cierto, no hay nada de malo en que se auxilie a una persona. Si se le arregla un problema de los dientes a uno, habiendo millones de muecos, se hace una campaña publicitaria, muy propia de la televisión, pero sin duda serían más efectivos unos programas de higiene oral.
En 2015 los discapacitados protestaron contra Teletón por usar imágenes de personas en condiciones precarias, comercializando la sensibilidad de la población para que hagan donaciones a nombre de la empresa.
En el blog http://teletonnomas.blogspot.com/, nos dice María Alejandra Velázquez: “Colombia ratificó la Convención sobre los Derechos de Personas con Discapacidad (CDPD), lo que obliga al Estado a luchar contra los estereotipos y prejuicios con respecto a las personas con discapacidad. Los mismos estereotipos que la Teletón ha venido explotando por años para recaudar el dinero. ¿Cuáles estereotipos? Los que muestran a la población discapacitada como personas que necesitan nuestra caridad y piedad, porque por sus propios medios no les sería posible conseguir nada. Esos prejuicios de que las personas con discapacidad están enfermas y hay que curarlas. Para la Teletón la rehabilitación es el único camino cuando la convención reconoce el modelo social de la discapacidad. Esto quiere decir que la discapacidad no recae en la persona, sino en las barreras y los obstáculos que la sociedad impone y limita su desarrollo integral y pleno”.
En resumen, Teletón es simplemente otra IPS, pero con servicios más costosos; donar es un buen negocio, aunque se haga aparecer como un acto de altruismo, y en la promoción de esta actividad se abusa de las imágenes de personas con alguna discapacidad.
