Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Bolsonaro, ¿nuevo presidente?

Columna del lector

29 de octubre de 2018 - 12:00 a. m.

Por Fernán Medrano

PUBLICIDAD

“Los negros no hacen nada, creo que ni como reproductores sirven más”, declaró de manera abierta y descarada el ultraderechista Jair Messias Bolsonaro, durante su campaña a la Presidencia del Brasil, un país donde la mayoría de la población es negra o afrodescendiente.

Para calificar a Bolsonaro, sin embargo, se puede recurrir a un surtido de adjetivos y decir que él es un tipo desvergonzado, deslenguado, lengüilargo, desbocado, mal hablado... y aun así sin duda nos quedaríamos cortos.

De Bolsonaro también se puede afirmar que es un tiranosaurio político que llega a revivir la tradición de las pasadas dictaduras que padeció América Latina. No obstante, la dictadura, esta vez transfigurada, intenta volver a reactivarse en un gobierno con apariencia democrática: vuelve absurdamente a reactivarse por la vía electoral, esto es, y como quien dice, la dictadura retorna de la mano de los ciudadanos. Y es que por lo visto y lo escuchado al propio Bolsonaro, si gana, el suyo será un mandato ejercido de forma despótica.

Las palabras y las acciones del mismo candidato presidencial me dan la seguridad para expresar que lo peor que le puede suceder al Brasil tiene nombre propio y se llama Jair Messias Bolsonaro. Lo que más me duele es saber que el primer damnificado por el odio de Bolsonaro será, justamente, el pueblo que lo va a elegir para que ocupe el cargo de presidente de la República Federativa del Brasil.

Bolsonaro es un tipo que no solo está dispuesto a decir cosas monstruosas, sino también a hacerlas. Si Bolsonaro es elegido presidente del Brasil, eso no sería un presidente, sería un desquiciado ocupando el más alto cargo de elección popular del gigante sudamericano. Por eso, me atrevo a garantizar que si la historia de Bolsonaro fuese contada en lo más espeso de la jungla, hasta asustaría a las víboras.

Por otro lado, cabe formularnos la pregunta sobre qué vamos a hacer con tantas falsas iglesias cristianas, con tantos medios de desinformación y con tanto think tank ultraderechista en América Latina; porque es necesario resaltar que, sin estos antedichos medios de embrutecimiento del pueblo, Bolsonaro no hubiera salido a la superficie política del Brasil.

Read more!

Creo que algunos gobiernos progresistas de la patria grande intentaron domesticar al capitalismo salvaje, pero no pudieron, y este ahora vuelve más agresivo. Al capitalismo salvaje no hay que amansarlo: lo que hay que hacer con él es liquidarlo, creando un proyecto político, económico y social que lo supere.

Creo que los gobiernos progresistas tienen que aprender que, como diría Ernesto Che Guevara, no podemos “llegar al pueblo como llega una dama aristocrática a darle una moneda”, llevarle comida o sacarlo de la pobreza material únicamente.

Al pueblo es necesario organizarlo y formarlo políticamente, porque de lo contrario vienen los medios a bombardear con sus falsas noticias, vienen los think tanks de ultraderecha a inundar las redes sociales y vienen las falsas iglesias cristianas a contaminar la cabeza y a dar al traste con lo poco de democracia que se ha construido en algunos países de América Latina desde el más reciente período progresista.

Read more!
No ad for you

@FernanMedranoB

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.