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Hablo en nombre de todos a quienes usted ha callado. Hablo en nombre de los directivos que sienten miedo a cuestionarlo con tal de no sufrir destinos semejantes al del Dr. Leonardo Espinosa Quintero. Hablo por los profesores que no pueden, porque entienden el riesgo que hacerlo les implica, por todos los sergistas que, como yo, creímos en un proyecto de universidad.
Nuestra universidad pasa por momentos difíciles, más cuando nos hemos visto envueltos en graves y serias acusaciones, señalamientos y olas de críticas que han sido causadas principalmente por su culpa. Lo culpo por gestar uno de los momentos de mayor desprestigio del proyecto que alguna vez tuvieron su padre, Rodrigo Noguera Laborde, y Álvaro Gómez Hurtado. Usted, con su nivel insaciable de poder, ha lanzado por la borda el esfuerzo de una comunidad académica, docente y directiva por hacer de la Sergio un espacio de pensamiento que valga la pena.
Nuestra universidad se ha convertido en su empresa personal, en su banca privada para manejar los hilos del poder de la mano con el Gobierno Nacional, en cabeza de uno de los egresados “notables”. Se lo digo con todo el respeto que usted les merece a los estudiantes de la universidad que lidera: no vamos a permitir que continúe usando nuestra casa de estudios como su cajero automático y su centro de negocios fallidos.
Tuve la oportunidad de hablar con el Dr. Leonardo Espinosa, a quien usted le amputó de forma prematura y vengativa su carrera en la universidad por el hecho de cuestionarlo y denunciarlo con carácter y decisión a pesar de las consecuencias que tuvo que afrontar. Como pude vislumbrar en algunas cartas (que no puedo hacer públicas por compromiso personal), usted no escucha, no entiende los golpes de cada uno de los escándalos que surgen en torno a la corrupción de su administración, ni cómo nos lacera y nos deja marcados como profesionales.
No más nóminas paralelas, ni falsas fundaciones para evadir impuestos, ni administración de hecho en la universidad. Su voz no debe ser ley. Su voz no debe opacar la de toda una comunidad que le implora que recapacite y dé la oportunidad a alguien más que no tenga amigos a quienes ayudar bajo la mesa o fiscales cercanos a quienes pueda convencer de lo beneficioso del tráfico de influencias. Dele la oportunidad a una persona que honre el proyecto de Rodrigo Noguera Laborde y respete los valores humanistas que deberían ser el cimiento de nuestra universidad.
¿Cuántos escándalos más van a ser necesarios para que baje de su pedestal de poder y se dé cuenta del daño tan grande que nos está haciendo? Su represión en la universidad algún día le va a estallar en la cara y, ojalá, cuando necesite el apoyo de la comunidad educativa, podamos recordar lo que sus manos han hecho con la Sergio Arboleda.
* Estudiante de noveno semestre de Derecho de la Universidad Sergio Arboleda, con estudios menores en la Escuela de Filosofía y Humanidades. Fundador de la Fundación De Voz a Voz Creadores de Opinión y la Organización de Diversidad Sexual Sergio Arboleda (Odissea).