Los niños tienen derecho a una familia y por eso podrán ser adoptados por parejas del mismo sexo.
Eso falló la Corte Constitucional hace apenas pocos días. Para muchos esto tiene sabor a victoria, y para otros de derrota. Lo que parece una decisión definitiva puede, sin embargo, hacer simplemente parte de otra contienda más en esta batalla. Mientras las organizaciones defensoras de los derechos LGBTI están celebrando, la senadora Viviane Morales, entre otros personajes de la institucionalidad nacional, está armándose para actuar en contra del fallo. Morales ya catalogó la decisión de la Corte como desafiante y muy poco representativa del sentimiento de la gran mayoría de colombianos y apoya la idea de un referendo que permita que los ciudadanos se pronuncien ante esta determinación.
El asunto se complica cuando incluso reconocidas cabezas de la causa de la diversidad sexual, como el senador Armando Benedetti, ven con apatía el fallo. Benedetti insiste en que un cambio más profundo debe hacerse y que la Corte no está realmente solucionando mucho: todo tambalea hasta que la familia deje de estar definida como la unidad que componen una mujer y un hombre, afirma el senador.
Por ahora, la decisión está tomada, pero hay que estar alerta al desenvolvimiento de nuevos debates y estrategias que se cocinen para asistir o tumbar esta decisión. Entre tanto, los medios deben informarnos cabalmente sobre el asunto y, sobre todo, periódicamente, y no echar en el olvido el tema excesivamente pronto.
Para seguir nutriendo la información sobre la adopción igualitaria, los medios tendrán que continuar dándoles espacio a los detractores, a quienes permanecen cómodos con el orden establecido y prefieren reproducirlo. Eso tendrán que hacerlo aunque signifique seguir dándole voz a una porción que ya ha sido fuerte, poderosa, durante demasiado tiempo en Colombia.
También tendrán que darles espacio a los abanderados de la causa y poner a disposición de los ciudadanos la información que conduzca a que se materialice la decisión de la Corte. El fallo está dado, y quienes sean nuevos candidatos a padres/madres adoptivos deben poder tener a la mano, en las plataformas públicas de los medios y de manera expedita, una fuente de consulta sobre sus posibilidades.
La noticia sobre Morales y su defendido referendo tendrá que salir y representar a algunos, así como más infografías sobre los pasos de adopción tendrán que continuar su circulación para que otros puedan hacer su vida, ahora respaldados por una acción oficial.
Sólo si los medios muestran las distintas partes se hará un debate del que resulte una comprensión de cómo sí es posible desestructurar algo, en este caso la heteronormatividad de la familia, sin renunciar al afecto y la estabilidad que tanto pretenden cultivar quienes se oponen a la adopción igualitaria.
Aquí, además, será clave que el periodismo haga visible no sólo lo que pasa en las esferas de la alta (y baja) política institucional, religiosa y “oenegera”, y los pulsos de poder entre sus miembros; tiene que contar las historias de cómo este asunto toca vidas reales y cuáles son los verdaderos rostros que protagonizan este tema.
