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Demandas por alimentos a favor de los animales

Carlos Andrés Muñoz
09 de agosto de 2021 - 03:00 a. m.

Las demandas por alimentos a favor de los animales no solo van a ser inevitables en un futuro en el contexto del derecho colombiano, sino que actualmente serían una de las herramientas jurídicas que garantizarían una protección real de los animales de compañía (los que conocemos como mascotas). Veamos el porqué.

El abandono de los animales de compañía les produce dolor y muerte. Ninguna de las ciudades de Colombia se salva ante este panorama de indiferencia e irresponsabilidad humana y estatal. Solo podríamos empezar a cambiar esta tragedia por medio de medidas drásticas, como por ejemplo: erradicar —ojalá prohibir— la cultura de la compra y venta de lo que se llaman mascotas y pasar a promover la adopción, siendo esta la única opción de tener un animal de este tipo en la familia. ¿Muy radical? No creo. Las “mascotas” son seres capaces de dar y recibir afecto (seres afectivos), así que cuando decidimos incluirlos en la familia adquirimos una responsabilidad de por vida con ellos, pues estos siempre serán dependientes de nosotros. Asumimos una responsabilidad económica y de su cuidado y, por tanto, les debemos alimentos. En nuestra realidad los incluimos en la familia y, en el derecho, cumplen todos los requisitos jurídicos para que se les deban alimentos, menos el de ser seres humanos; esa es su mayor desgracia, su infierno.

Un gato o un perro abandonado, que muere en la soledad e indiferencia, es un ejemplo claro de un ser con grado cero de valor económico (ámbito del derecho civil) y, además, nadie directamente lo está golpeando para llevarlo a la muerte (ámbito del derecho penal). Hay un vacío que es posible y necesario llenar con el protagonismo del derecho de familia para proteger a los animales. Este protagonismo puede llevar a incluir en la jerga jurídica términos como la familia multiespecie (familia que incluye a humanos y animales), adopciones en vez de compra, custodias compartidas o exclusivas cuando una familia se está separando (esto ya ha sucedido en Comisarías de Familia en Medellín desde el 2019), e incluso intentar formas jurídicas para garantizar un mínimo vital del animal cuando su responsable fallezca (que sea beneficiario de la herencia). Todas estas fórmulas, para quien interese, las he detallado en el libro Los animales desde el derecho: conceptos y casos en Colombia, de la Editorial de la Universidad Javeriana.

Ahora bien, si el derecho, en todos los ámbitos, intenta progresar con nuevas herramientas para incluir a los animales en el derecho de familia, está fortaleciendo en últimas el núcleo esencial de nuestra sociedad y, de paso, a los animales. Es importante el orden. La familia actual la conforman también los animales. Si un perro o un gato que pertenece a una familia se enferma, accidenta o muere, la familia se afecta directamente y las emociones emergen. Desde este punto de vista, proteger a los animales es protegernos a nosotros mismos. Por otra parte, las familias que consideran al animal de compañía con una relevancia accesoria, de adorno y casi cosmética deberían saber la responsabilidad de por vida y jurídica que asumen.

Por lo pronto, necesitamos empezar a presionar desde lo administrativo, legislativo y judicial para que cualquier ciudadano y el Estado puedan tener el derecho y el deber de exigirle a una persona una cuota alimentaria para un animal de compañía y desestimular el abandono. El derecho debe facilitarnos la forma de garantizarles los alimentos.

@cualquierandres

Por Carlos Andrés Muñoz

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Mar(60274)10 de agosto de 2021 - 07:34 p. m.
Muy importante, así tiene que ser, el bienestar de los animales es tan importante como el de los seres humanos, pero gracias a la soberbia infundada del ser humano, miran como inferiores a estos, por eso estamos destruyendo al planeta, no hemos podido entender que la salud de este, depende del equilibrio y que no hay ningún ser más importante que el otro. Espantoso torturar a un toro por placer.
MHGLOPEZ(85314)10 de agosto de 2021 - 01:15 a. m.
Que importante, que necesario. Vital el tratamiento de este tema desde el Derecho.
Octavio(20279)10 de agosto de 2021 - 02:08 a. m.
Gracias. Qué oportuna, qué interesante, noble y valiente propuesta. El nive moral de una sociedad bien puede medirse por su nivel de respeto para con los animales, esos cuasifamliares que en la mayoría de las veces nos dan más de lo que reciben; y, en quienes es estraño esperar traición o abandono incluso cuado nuestro propio estado personal raya en lo decrépito física y moralmente hablando.
Juan(82042)10 de agosto de 2021 - 11:28 a. m.
Bravo.
-(-)10 de agosto de 2021 - 07:33 p. m.
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