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Resignificación de itinerancia en la calle

Soren Daniela Molano Cajamarca
02 de agosto de 2021 - 03:00 a. m.
Resignificación de itinerancia en la calle
Foto: Soren Daniela Molano Cajamarca

El fenómeno urbano de habitabilidad de calle incide en factores culturales, económicos y políticos en la ciudad de Bogotá. Se debe problematizar cómo se normaliza y acepta: las enfermedades asociadas al consumo de sustancias psicoactivas, asesinato, violación, explotación sexual, esclavitud y degradación del ser humano, y, por otra parte, hasta qué punto las políticas públicas en torno a la erradicación de la habitabilidad de calle recaen en un discurso moral, donde se establecen los cánones de “normalidad” del ser humano.

Los habitantes de calle son expuestos a todo tipo de vejámenes, maltrato, abandono, violación, prostitución y trata, consumo de sustancias psicoactivas y los peligros inherentes a la calle. No se puede desconocer que es resultado de la falta de presencia estatal, familiar y social, simultáneamente con la pobreza afectiva, física y emocional. Esta población es juzgada como disfuncional, peligrosa y marginal, categorías que deshumanizan e invisibilizan la precariedad vital de estos ciudadanos.

Hay diferentes factores socioestructurales que inciden en las causas de la habitabilidad de calle como pobreza extrema, violencia intrafamiliar, abandono, violación, aislamiento del núcleo familiar, desplazamiento y drogadicción, entre otras; también se encuentra la decisión de habitar la calle como elección y opción de vida. Esto ha excluido al habitante de calle, que con frecuencia es perseguido y criminalizado, se segrega de la vida occidental capitalista que enmarca al ser humano dentro de lo que debe ser “normal”: seres productivos que funcionen dentro del sistema de consumo, familiar, académico y productivo, es decir, que responden a los estándares establecidos por el sistema cultural que permiten el ordenamiento y la higienización social.

Por lo anterior, los habitantes de calle son percibidos y nombrados como indigentes, desechables, locos, basura social, anormales, carentes de conciencia o errores en el sistema, entre otros calificativos que los niegan y destruyen, cosificándolos, convirtiéndolos en cosas inanimadas, sin dignidad ni derechos, seres autodestructivos que “deben” ser eliminados del escenario social.

Este desconocimiento y esta negación de la condición humana han sido generados por la evidente situación de criminalidad vinculada a la delincuencia en calle y el mercado ilegal de expendio y consumo de drogas, que en definitiva aumentan el índice de inseguridad y violencia en Bogotá. Esto hace que se mimeticen con el entorno que administrativa y socialmente “debe” ser exterminado del panorama de la ciudad. Es evidente cómo el otro y la ciudad misma se convierten en escenarios de miedo y muerte para quienes “deben” ser eliminados.

La habitabilidad en la calle y la delincuencia han sido analizadas simultáneamente, pues parece ser que se perciben como sinónimos, lo cual genera relaciones problemáticas entre el ciudadano “común” y el ciudadano habitante de calle. Esta contraposición ha permitido cadenas de violencia de unos contra otros, sin analizar que el verdadero problema es el tráfico de drogas que utiliza como instrumentos a los ciudadanos habitantes de calle, quienes tienen problemas asociados al consumo, problemáticas que aún no han sido atendidas efectivamente por el Estado; son los habitantes de calle la cortina de humo que no permite ver las grandes mafias y los criminales que se lucran de la miseria y desigualdad social.

Cabe resaltar que la habitabilidad en calle va más allá de la situación de no tener una vivienda, ya que se da en el marco de las relaciones que los ciudadanos habitantes de calle constituyen con su entorno y construyen identidades, lenguajes, formas de ser, pensar, sentir y hablar, así como conjuntos de normas, valores y principios bajo los cuales hacen una lectura de la realidad. En este orden de ideas, la habitabilidad de calle es consecuencia de factores estructurales que ponen al sujeto en situación de riesgo.

Bibliografía

Departamento Administrativo Nacional (2018). Censo de habitantes de calle en Bogotá. Recuperado de: https://sitios.dane.gov.co/habitantes-calle-2018/

Ruiz, O. J., Hernández, J. M. y Bolaños, L. A. (1998). “Gamines, instituciones y cultura de la calle”. Bogotá: Corporación Extramuros, Ciudad y Cultura.

Secretaría Distrital de la Mujer (2013). Boletín de prensa. “Las ciudadanas habitantes de calle: mujeres en reconocimiento”. Bogotá.

Por Soren Daniela Molano Cajamarca

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