Lo difícil de decidir

Columna del lector
11 de mayo de 2020 - 05:00 a. m.

Por Sebastián Romero

A menudo escuchamos, leemos y vemos reacciones, tal vez, un poco salidas de tono cuando se trata de las manifestaciones políticas que tienen las personas. Sin embargo, reaccionar a esto no tiene nada de malo. Por el contrario, leer comentarios, o escuchar a los oyentes de las principales emisoras dar su opinión, parece ser el mejor termómetro del imaginario que se desarrolla en la ciudadanía acerca de un tema de índole nacional.

En lo particular, realizo el ejercicio de leer los tres o cinco primeros comentarios que aparecen justo después del breaking news. Con este tema del coronavirus es muy difícil no encontrar el tinte político que tienen cada uno de los comentarios, esto obedece a que no todos están pasando esta situación de confinamiento de la misma forma. Se han incrementado los casos de violencia intrafamiliar, se ha puesto en evidencia cómo hay una población olvidada en Colombia, toda vez que, según los estándares del Gobierno, estos no son lo suficientemente pobres para ser acreedores de un subsidio del Estado (no se afirma que esto sea suficiente para vivir), estableciendo una escala turbia de pobreza, la cual clasifica y otorga un subsidio dependiendo de las características físicas de su hogar, y no tienen en cuenta que la pobreza se puede dar en todos los estratos sociales. Adicionalmente, esta población es más proclive a sufrir las arbitrariedades de los banqueros.

Qué difícil tomar una decisión que siempre va a generar malestar en una parte de la población. Por un lado, levantar la cuarentena y abrir el mercado generaría controversia entre un sector de la ciudadanía, al creer que es un acto de irresponsabilidad con la salud pública; por otro, extender la cuarentena significa que más y más personas convivirán, bien sea con su agresor o con el hambre.

Si hay algo que exacerbe la desesperanza es que, en momentos de crisis, los llamados a ser “líderes” muestren su mezquindad e indolencia. Hasta el famoso “gobierno bien, pero comunico mal” no cae muy bien por estos días. El caso de los refrigeradores para almacenar cadáveres en Cali o Ecuador promocionando el “Campo Eterno” (cementerio), son el claro ejemplo de lo que no se debe comunicar por estos días.

La comunicación en crisis está directamente relacionada con la toma de posturas sobre un tema puntual, la cual debe enfocar sus esfuerzos para conseguir un objetivo. Esto quiere decir que se debe priorizar, bien sea la salud pública, la economía o algún otro tema, pero no se puede caer en la falencia de comunicarle a la ciudadanía todas las cosas revueltas y esperar que no nos confundamos. De una u otra forma van a ser juzgados y tildados de la mejor o peor manera.

Pero en estos momentos, señores gobernantes, ser tildados de lo que sea no importa. Ustedes no se están jugando nada, pero si deciden por todos nosotros. En teoría, el llamado a tomar el liderato sería el presidente de la República, pues su vida pública se acabará junto con su mandato. Debería dejarse de falsas cordialidades y asumir con entereza las posibilidades que le otorga su cargo. Piense que los días pasan y, cada vez más, se acerca a ser un mandatario que paso sin pena ni gloria. Aproveche esta crisis y gobiérnenos.

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