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Lo que vi

Hernán Peláez Restrepo
05 de mayo de 2009 - 03:16 a. m.

Queda bien clara la diferencia entre el fútbol espectáculo, que lo hay, y el fútbol resultado. Del primero hubo el regalo, como ya había pasado entre equipos ingleses con el célebre cuatro a cuatro en Madrid. El Barcelona, con jugadores de talento y con fútbol solidario, arrolló a un incapaz Real Madrid. Le metió seis goles que bien pudieron ser diez a no ser por Íker Casillas, el sacrificado arquero merengue.

No importaba oficiar como visitante ni comenzar perdiendo el partido. Había con qué salir a ganar y así lo hicieron. Para no caer en las distracciones de siempre, si la defensa del Real jugó mal y de allí los goles recibidos, resulta preferible alabar la actitud de los jugadores azulgranas. Por eso se vio espectáculo, con goles, excelentes triangulaciones, seriedad en las maniobras y llegada al arco.

El otro fútbol, el de resultados, que está entronizado en Suramérica y por supuesto entre nosotros, es para sufrir. Viendo jugadores con poco fundamento técnico, que se percibe en el control y manejo del balón y los técnicos cuidando el puesto y el resultado. De arriesgar poco y nunca pensar en retribuir con buen fútbol a los pocos que pagan boleta para disfrutar, porque ese es el problema mayor del fútbol colombiano. La inmensa mayoría de asistentes, sobre todo generaciones nuevas, van con el ánimo de cantar, alentar, insultar, a transformar el estadio en su válvula de escape a las frustraciones sociales. De ahí que sólo aceptan ganar y nada más, y de paso a procesar en su particular trapiche a técnicos y jugadores.

Me gustó el regreso de Adrián Ramos con su olfato goleador y su sentido de pase gol, característica poco común en los goleadores consagrados. La calidad de un joven de apenas 22 años, Nelson Barahona, del Huila, quien es atrevido y encara llevando la pelota. Me gustó el golazo, que quizá no lo haya pensado así, del mechudo defensa huilense.

Me gustó la forma como Stalin Motta, de La Equidad, aseguró el paso a las finales de su equipo. La recuperación de memoria del América, que nuevamente con base en velocidad superó al Júnior, y con amplitud. Me gustó el golazo del Giovanny Moreno, del Nacional, pegando a la pelota de primera y a distancia.

No me gustó la falta de carácter de los jugadores de Santa Fe, que en su momento dijeron apoyar a Gómez, a sabiendas que sólo con resultados lo demostrarían.

En definitiva, hay que ver todo el fútbol posible para tener el criterio de saber a ciencia cierta cuál es el bueno.

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