Los peligros acechan

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Felipe Zuleta Lleras
17 de junio de 2018 - 02:00 a. m.
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No se equivoque usted, paciente lector, hoy se define en las urnas el futuro inmediato de Colombia. Lo que está en juego no es menor. La decisión es si el país agarra hacia un modelo izquierdista radical o continua dentro de una política neoliberal. Y no se trata solo de eso. Se trata de dos modelos totalmente diferentes económicos y sociales. Socialismo o democracia. ¡Tal cual!

Tal vez como nunca el país tenía en frente que tomar una decisión tan complicada. La sociedad está totalmente polarizada entre los que odian o quieren a Uribe y a Petro. En la mitad está el candidato Iván Duque quien ha hecho una campaña impecable, sin los agravios y las peleas que han casado Uribe y Petro.

Duque ha sabido mantenerse al margen de esa polarización y más bien ha llamado a la conciliación, a dejar los odios, a buscar propósitos comunes, a no usar el espejo retrovisor, a no perseguir a los opositores. ¡Y yo le creo! Le creo porque lo conozco y conocí a su padre. El pasado familiar de Duque es impecable y su vida lo ha sido también. No veo a Duque siendo el títere de Uribe, ni chuzando teléfonos, ni espiando a las cortes, ni llamando sicarios a sus detractores como lo hace y hacía Uribe.

No veo a Duque reuniéndose con mafiosos en palacio, ni defendiendo a delincuentes. No veo a Duque casando las peleas de Uribe, Londoño Hoyos o José Obdulio Gaviria. Y básicamente no lo concibo haciendo eso porque es una persona decente.

Y aun cuando lo que diré me costará sangre pues estoy hasta la coronilla de los insultos y amenazas de los petristas, sí veo a Petro persiguiendo a sus opositores tomando decisiones en su contra. Así lo hizo por ejemplo con los medios de comunicación durante la alcaldía, a los que no les pautó ni un solo peso por no ser sus adeptos.

Le tengo más susto a Petro que a Uribe, pues el candidato dizque humano es un lobo con piel de oveja. Al menos con Uribe uno sabe qué tan peligroso es. Petro nunca ha dejado de pensar como guerrillero. Y Uribe cuando se trata pasarse la ley por encima tampoco tiene escrúpulos. Qué susto ambos y qué peligro para quienes nos hemos opuesto a los dos durante su paso por el poder. Y vuelvo a los petristas quienes no paran de amenazar e insultar, como en su momento lo hizo Uribe conmigo o lo hace con colegas como Daniel Coronell.

Hoy más que nunca veo con preocupación el tema de mi seguridad personal. Por lo que estoy percibiendo cualquier loco o delincuente podría hacer cualquier cosa desesperada.

Confío en el candidato Iván Duque, en su integridad moral. Desconfío de su entorno y tengo razones para hacerlo, como le temo al entorno del señor Petro. Es claro que seguiré ejerciendo mi oficio en Blu Radio, El Espectador y Voz Populi televisión criticando y denunciando. Tengo claro que no tendré en el inmediato futuro unos años de tranquilidad, como no los tuve durante el gobierno de Uribe. Igual seguiré, entre otras, porque a mi edad ya no se le teme a nada, ni siquiera a la muerte.

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