Más allá de Petro y el fiscal

Luis Carlos Vélez
16 de diciembre de 2018 - 07:35 p. m.

En Colombia los árboles son tan grandes como el bosque. Levantar cabeza para revisar la estructura es enmarañado ejercicio si el día a día está plagado de escándalos como los del “Petrovideo” y el fiscal. Afortunadamente el cierre del año nos obliga a ver el contexto global y el océano económico por el que navegamos.

El 2019 traerá duros retos: China, EE. UU. y Europa crecerán menos, EE. UU. y China intensificarán su guerra comercial y los mercados bursátiles serán menos tolerantes al riesgo. Todos elementos que nos golpearán severamente, así nos quieran hacer creer que podemos escondernos bajo la sábana de nuestros problemas.

Entonces vale la pena preguntarse: ¿qué estamos haciendo en Colombia para enfrentarnos a las realidades económicas globales? La respuesta es: no mucho.

La llamada ley de financiamiento es un esperpento que, lejos de ser un paso hacia la construcción de un marco tributario competitivo para el futuro, es una colcha de retazos y ejemplo de texto de cómo no se puede permitir que los políticos hagan política económica. Haber dejado que los legisladores, ignorantes en el tema, pero conocedores en el juego de las prebendas, terminaran de confeccionar el proyecto fue un craso error solamente atribuible a la inexperiencia del Ejecutivo.

Un estudio publicado en esta semana por Bloomberg, llamado: “De la política a las políticas: una guía para los mercados de América Latina en el 2019”, destaca que el reto de Colombia para el próximo año será el de generar suficiente crecimiento económico para enfrentar sus déficits fiscal y de deuda. Precisamente ese es el mensaje en el que nos debemos concentrar y plantear una estrategia. La recomendación del estudio es generar crecimiento para luego generar impuestos. No al revés.

Mientras en Colombia sigamos pensando que el futuro está en aumentar el tamaño del Estado, la carga tributaria a las empresas y clase media; y en crear un aparato protector en lugar de hacer todo lo posible para generar un escenario competitivo, amigable y seguro para las inversiones, continuaremos pareciéndonos más a Venezuela que a Chile. Perverso.

Y la población lo entiende. El mal manejo de la ley de financiamiento, que de entrada (por su nombre) revela la incapacidad del Gobierno de hacer una verdadera reforma tributaria, le ha pegado durísimo al presidente Duque. Según Gallup, el salto para su desaprobación actual del 64 % se dio durante las dos semanas del debate contribuyente. Es hora de tirar línea y marcar el camino retirando el actual proyecto y confeccionando uno fresco y estructural desde el Ejecutivo con un ministro sin tacha que sepa presentarlo, venderlo y pasarlo. Un buen timonazo le ayudaría en popularidad al mandatario y, lo que es más importante, en la verdadera construcción de nación.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar