“In memoriam” al profesor José Félix Patiño

Falleció esta semana el doctor José Félix Patiño, un científico estudioso y serio. Se graduó de medicina en la Universidad de Yale, con especialización en cirugía general, torácica y cardiovascular en ese mismo centro. Una vez culminó allí sus estudios, el doctor Patiño se vinculó como profesor de la Universidad Nacional, donde llegó a ser su rector. Fue ministro de Salud y fundador, con otro grupo de médicos importantes y prestigiosos, de la Fundación Santa Fe de Bogotá.

José Félix tenía en sus genes el gusto por educar. Solo hace pocos años dejó de operar y de enseñar. Se dedicó, entre otros, a montar la excelente Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes en las instalaciones de la propia Fundación Santa Fe.

Tuve el privilegio de conocer al doctor Patiño, y muy de cerca. Fue, entre otros, el médico de mis abuelos maternos, a quienes acompañó hasta su muerte. Lo mismo hizo con varios familiares muy cercanos a mí. El doctor Patiño era un miembro más de mi familia. Lo visité en más de una oportunidad en su casa, donde por horas enteras le escuché hablar prodigiosamente de música clásica, de literatura, de pintura. Era un ser humano extraordinario, de modales refinados y elegantes, de trato maravilloso con sus contertulios, colegas y estudiantes. Era tal su erudición, que formó parte de la Academia de Medicina y la Academia de la Lengua. Se ha marchado el profesor Patiño, un colombiano ejemplar que será recordado con un gran afecto, respeto y cariño por quienes tuvimos el privilegio de conocerlo. Paz en su tumba, apreciado José Félix. Mi más sentido pésame a sus hijas y nietos, a sus colegas y amigos de la Fundación Santa Fe de Bogotá, de la Universidad Nacional y de la Academia de la Lengua.

Sobre el aborto: está por definirse en la Corte Constitucional un tema tan sensible como el del tiempo para que las mujeres aborten. Recomiendo, a quienes no hayan leído, la columna del pasado miércoles en El Tiempo del doctor Alfonso Gómez Méndez, titulada “Despenalización del aborto”. Es de lejos, en mi humilde criterio, lo mejor que se ha escrito recientemente sobre este polémico tema.

Hace el doctor Gómez un recuento sobre la historia del aborto en las leyes colombianas y recuerda que solo en dos oportunidades el Congreso ha legislado sobre el asunto. Por eso ha sido la Corte Constitucional la que ha tenido que “legislar” sobre el tema a través de sentencias. Dice un su columna el profesor Alfonso: “La solución del problema no puede ser convocar un referendo —aun cuando se dé en otras partes—, pues podrían verse arrasados los derechos de las minorías. Como dije, respetando la decisión que finalmente tome la CC, estimo que el que debe asumir el costo político de regular integralmente la materia —en uno u otro sentido— es el Congreso en representación del pueblo. O sea que por fin, y ya en el siglo XXI, agarre el toro por los cuernos”. A ver si el Congreso se lee la columna que estamos reseñando.