Narcotráfico y los tres retos para el nuevo presidente

Uno de los mayores retos que tendrá que afrontar el nuevo presidente de Colombia, Iván Duque, es la lucha contra el narcotráfico desde sus diferentes enfoques y en especial el aumento exponencial de cultivos de hoja de coca.

Hoy Colombia junto a Perú siguen siendo los dos primeros productores de cocaína a nivel mundial según el informe sobre la estrategia internacional del control de narcóticos, publicado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos. Este hecho hace que tanto en la política interna como externa el tema narcotráfico sea una prioridad en la agenda del nuevo presidente. 

A partir del último informe publicado por el Ministerio de Defensa  el país llego a la cifra de  180 mil hectáreas con cultivos de hoja de coca para el año 2017,  presentando un aumento en un 23% en comparación a 2016, en el cual para la misma fecha tenía 146.000 mil hectáreas cultivadas. Esta cifra no es definitiva ya que puede aumentar en próximos días cuando se publique el informe del  Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci)  entidad adscrita a la Organización de Naciones Unidas ONU, el cual  podría arrojar el último dato en el cual ya se estarían superando las 200 mil hectáreas de coca en Colombia, una cifra histórica si se tiene en cuenta que al inicio del plan Colombia en el año de 1999, se tenían contabilizadas 160 mil hectáreas cultivadas.

Los críticos del presidente Juan Manuel Santos adjudican este incremento exponencial a los acuerdos alcanzados con las Farc en la mesa de diálogos de la Habana,  ya que al tratar el punto 4 de la negociación que hacía referencia a las drogas ilícitas, se fijó como una de las estrategias de lucha contra el aumento de los cultivos ilícitos la erradicación manual y voluntaria por parte de los campesinos cocaleros y suspender las fumigaciones aéreas con glifosato.

Estas cifras podrían hacer pensar que el problema se da únicamente por lo negociado en los acuerdos y en especial por la no fumigación, pero esto es un error, el aumento del narcotráfico en Colombia se da por tres grandes factores y que serán los retos que tendrá que afrontar Ivan Duque.

Primero, la incapacidad del Estado colombiano de poder llegar a las zonas más alejadas del país y brindar una oferta en términos de infraestructura, salud, educación, economías legales, generación de empleo y desarrollo sostenible, el Estado nunca llego y estos lugares se constituyeron en espacios vacíos que fueron coptados por las organizaciones armadas ilegales quienes se constituyeron como reguladores de las economías cocaleras.

Segundo, entender el tema de la lucha contra el narcotráfico como un tema exclusivamente policial y militar, y no entender que es un tema transversal a todas la instituciones del Estado, y que la única forma de atacar este fenómeno es con un enfoque interagencial, donde las 3 ramas del poder público se deben articular bajo un objetivo común, en términos de crear desde una  reforma a la justicia para poder tener una legislación realmente adecuada y que afecte la cadena de las drogas, hasta tener cuerpos de investigación y juzgamiento realmente especializados en este flagelo.

Tercero, poder dirigir una política exterior que no solo busque una cooperación internacional en términos de financiación en la lucha contra las drogas, sino que vincule como actores directamente responsables a los países de tránsito y consumidores, para que estos afronten la lucha contra las drogas como un problema propio y no como si fuera un problema ajeno y endémico de los países productores.

Entender las nuevas dinámicas del narcotráfico sus dimensiones actores e intereses y enfrentar estos tres grandes retos  va a ser el desafío para el nuevo presidente de Colombia.

NESTOR ROSANIA

Director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz

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