No atajen el fútbol femenino

Columnista invitado EE
02 de abril de 2019 - 03:00 a. m.

Por Juana Téllez y María Paula Castañeda

Las últimas semanas se ha discutido mucho sobre igualdad de género a raíz de la decisión de las autoridades futbolísticas sobre la liga profesional femenina y las denuncias de las jugadoras sobre sus esquemas de remuneración, acoso, maltrato, etc. En términos de esquemas de remuneración, queremos hacer énfasis en que esto es parte de unas diferencias salariales que aún persisten, pero no solo de eso, sino de la creencia, infundada, de que el fútbol femenino no es un buen negocio.

En términos de brechas de género, Colombia ya cerró las de acceso educativo y condiciones de salud, pero aún le queda mucho camino por recorrer en lo político y económico. Según el WEF, en términos de desigualdad salarial el país está en la parte baja de las buenas prácticas (somos el 119 entre 149 países). En Colombia, las mujeres ganan cerca de la mitad del salario de un hombre (53 %); mientras en el promedio mundial ganan el 65 %. Volviendo al fútbol, las denuncias de baja remuneración de las mujeres futbolistas son parte de lo que se ve en otras profesiones y por eso, probablemente, la exigencia de las jugadoras de mejores salarios caló tanto en la opinión pública. No es que deban ganar más que los hombres futbolistas. El punto es que deben ganar lo justo en un actividad, que bien administrada, es un buen negocio.

La asistencia a los estadios en torneos femeninos está creciendo. En España, el partido disputado entre el Atlético de Madrid y el Barcelona, el año pasado, contó con la participación de 14.000 espectadores y este año al mismo partido asistieron 61.000 (en un estadio con capacidad para 68.000). En México, la final del torneo femenino de clausura de 2018 reunió a 38.000 espectadores en el partido de ida y 51.000 en el de vuelta (estadios llenos). En Colombia, la primera final de fútbol femenino, disputada en 2017, contó, sin mayor publicidad, con 33.000 espectadores y la del masculino con 34.000.

Hay oportunidades de hacer las cosas bien y aprovechar los buenos resultados de nuestras mujeres futbolistas en competencias internacionales. No podemos truncar el sueño de muchas mujeres que practican cada día para poder alcanzar su sueño de ser profesionales. Esto es, futbolistas profesionales justamente remuneradas en una actividad rentable.

*BBVA Research

 

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