Acabo de volver de un viaje donde encontré algunos eventos y noticias que pueden ser de interés para nuestros aficionados.
Uno de los principales fue la presentación en el Teatro Real de Madrid del oratorio de Handel (convertido en ópera escénica) El triunfo de la verdad y el tiempo y que fue el gran éxito de la temporada operática, ya que todas las funciones agotaron boletería, lo cual es extraño en una ópera que no es del repertorio, y que se presentó como preparativo de los homenajes que se harán a Handel el año entrante con motivo de los 250 años de su muerte. Y aquí cabe preguntar: ¿qué será lo que se haga aquí, aparte de una nueva presentación de Mesías? En este mismo teatro, anuncian un homenaje a Stravisnky con El progreso del libertino seguido por El ruiseñor y Edipo rey, por el conjunto del Kirov de San Petersburgo, dirigido por Gergiev. Igualmente, hay un proyecto de ópera didáctica, dirigida a los niños con el Retablo de maese Pedro de Manuel de Falla. Y nuevamente cabe el interrogante sobre lo que se hace (o no se hace) entre nosotros para formar nuevos públicos.
En Tel Aviv, Mehta presentó una versión de Turandot y la ópera de esa ciudad tiene un programa lleno de novedades, pero además con una plétora de cantantes locales. Es interesante la labor de Vivian Lempèrt, agregada cultural de la Embajada de Colombia, quien ha hecho una activa labor de mostrar lo que hace nuestro país al incluir la reciente presentación de El Colegio del cuerpo. Es importante anotar que la presentación de la Sinfónica en Israel (que muchos consideraron un exabrupto) fue algo hecho a espaldas de la Embajada, un intento de darle puntos a uno de los candidatos a director. Esa presentación pasó desapercibida, fue hecha en un pueblo y aún se debe dinero de ese espectáculo.
Lo que se ha mencionado no es sino algo ínfimo entre lo mucho que se ofrece en música y ópera y se cuenta no para alardear sino para mostrar lo importante que es la cultura en muchos países. Pero, obviamente, las cosas están organizadas, hay un presupuesto fijo para cuestiones culturales y se busca crear condiciones y fuentes de trabajo para los artistas nacionales. Y ese es el ejemplo que habría que seguir.
