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Nuestro personal médico y de salud diezmado por el cansancio grita: ¡Alerta roja!

Ignacio Zuleta Ll.
12 de enero de 2021 - 03:00 a. m.

En marzo, cuando sentimos el pánico de morir asfixiados, tuvimos la gentileza de pensar en los médicos de turno, la enfermera de urgencias, el técnico encargado de los respiradores y el conductor de la ambulancia. Les aplaudimos por las ventanas del encierro, dos o tres veces; y luego nos olvidamos del asunto, mientras estos seres humanos, “ni héroes ni mártires”, apenas sobreviven a las presiones de un sistema privatizado en una calamidad que requiere organización de salud pública. Pero no pueden más en esas condiciones que secuestraron el derecho fundamental a la salud.

Comentaremos el comunicado “Colombia, un solo hospital” que hoy plasma la angustia del personal de salud en el país y les envía otra vez a las autoridades su clamor. Trataremos de resumir brevemente con glosas mínimas lo que es tanto un análisis de primera mano como el llamado de una urgencia inédita entre las otras mil emergencias secundarias.

- No es suficiente la alerta roja decretada localmente en muchas partes del país. La propuesta es “Extender la alerta roja hospitalaria en todo el territorio nacional frente a la emergencia sanitaria expuesta”. Entre otras cosas porque si las autoridades sanitarias regionales y nacionales no declaran la emergencia sanitaria total y aceptan que hay un colapso del sistema nacional de salud (cuyos prestadores son privados), la priorización para el acceso a camas UCI no sucedería.

- El personal médico y sanitario está “diezmado por el cansancio, extenuantes jornadas de atención, el aislamiento y también por el doloroso incremento de fallecimientos debido al contagio”.

- “Hay desabastecimiento de tecnologías y medicamentos”. Quizás en los discursos nos descrestan con cifras excelentes, pero la realidad…

- “Hay sobreocupación en los servicios de urgencia”.

- Las medidas restrictivas como las cuarentenas “deben ser acompañadas de políticas sociales que aseguren el mínimo vital de tal manera que la ciudadanía pueda cumplir”. Este es el meollo del asunto, pues mientras la “economía” no se dé el lapo de un mínimo vital universal, entre morirse de hambre y morirse de COVID-19, la gente escoge. Volvamos a los básicos: agua, comida, salud pública y techo sin pensar en las baratijas del consumo.

- “Aumentar, de manera inmediata y vertiginosa, la cantidad de pruebas diagnósticas”. Sin comentarios. Estamos en las manos de los que se lucran del negocio.

- “Es imprescindible realizar regularmente testeo a todo el personal de la salud de primera línea, así como entregar de manera real elementos de protección personal (EPP) adecuados, suficientes, seguros y de manera continua… para proteger, efectivamente, al talento humano en salud y sus familias… garantías laborales con remuneración adecuada y de bienestar frente a las largas jornadas de atención a las que se están y se seguirán enfrentando”. ¿Es mucho pedir que el Gobierno les de ya la prioridad y la importancia que merecen?

Es importante que el tema permanezca en “primera fila” en el cerebro, pues olvidarlo es condenarnos a sufrir en los años que continúe esta pandemia. O actuamos con solidaridad de hermanos ante este reto que debería estar por encima de intereses políticos y de una economía que ya no puede ser la misma, o fracasamos

Por último, recordemos que en la Colombia resiliente estamos acostumbrados a sobrevivir con las uñas y al margen del “universo paralelo” y falaz de los gobiernos. Por eso hoy más que nunca, la respuesta individual ante la peste exige de nosotros una conciencia responsable en extremo con los otros, no sin sacrificios, ciertamente. ¿Cómo más saldremos adelante?

Recomiendo: Los ‘peros’ de la Procuraduría al Plan Nacional de Vacunación.

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Alberto(3788)12 de enero de 2021 - 10:04 p. m.
De acuerdo. Magnífica.
Mar(60274)12 de enero de 2021 - 09:15 p. m.
El personal de la salud son los héroes de esta guerra, porque la gente no ha podido entender que estamos en una guerra y no han podido entender que lo único seguro es no contagiarse y ese gobierno inútil y delincuente que tenemos es una desgracia, que estamos solos, que no hay dioses inventados que nos salven, acaso no tenemos un cerebro al que mantenemos apagado y que podemos utilizar.
Mar(60274)12 de enero de 2021 - 08:55 p. m.
Con esta pandemia vimos quién es quién, EEUU un abusivo que ni cuida a su gente, lo de volver grande EEUU significa, volver a la esclavitud y que solo un puñado se quede con lo de todos. China nos está dando ejemplo de organización y de eficiencia.
Megas Alexandros(2475)12 de enero de 2021 - 03:54 p. m.
¿Vos sos hermano de Felipe? Deberías decirle que no sea tan cafre. Vos si tienes la brújula bien puesta.
  • Mar(60274)12 de enero de 2021 - 09:23 p. m.
    Que lejanos están los tiempos cuando yo voté por Felipe Zuleta, que cambio tan radical el que dio, ya ni merece que uno le de ni un saludo.
Martha(25230)12 de enero de 2021 - 03:30 a. m.
Menos mal, todavía queda gente en Colombia con la suficiente sindéresis intelectual para escribir columnas como esta, pero para Uribe y Duque estas palabras caen en oídos sordos, para ellos lo importante es que los supuestos Honorables, parlamentarios o el 99% de ellos, reciban la increíble suma de 35,000.0oo mensuales, para satisfacer su ego.
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