Al mal tiempo… año nuevo

Felipe Jánica
02 de enero de 2017 - 02:00 a. m.

Es cierto que el 2016 ha sido un año, para muchos, de transición. Para otros, de olvidar y para algunos de muchas bendiciones. Estos últimos son los optimistas y a los que muchos critican, pero que en realidad son los más exitosos.

Sin duda el 2016 ha dejado unos sinsabores. En la arena internacional pasamos por cuanto Brexit, elección de Trump y hasta la esperada subida de las tasas de interés por parte de la FED (Banco central de la unión americana). Mientras en la arena local pasamos desde los sinsabores del proceso de paz, hasta un plebiscito que lo que sí ganó fue la polarización. De esto último, no hay más nada que comentar, pues lo que ha dejado es una bronca que en la mayoría de los casos se quedó en discusiones tan estériles que ni vale la pena referirse a ellas.

En el lado económico local, hemos visto como se ha incrementado, de manera generalizada el costo de vida. Todo esto ya lo he comentado en las columnas anteriores. La verdad volver sobre la causa raíz es lo que realmente debe interesar al ciudadano de a pie, pues la inflación es el impuesto más oneroso que se paga. Que quede claro, la tímida reforma tributaria no es ni debe ser el objeto de discusión técnica, más bien tertuliana, pues la suerte ya está echada.

Lo cierto del caso es que Colombia, al igual que cualquier se levanta cada semana con un tema de discusión nuevo. Para los colombianos residentes en el exterior, muchos son los temas que preguntan y se atreven a discutir. La gran mayoría de los comentarios y discusiones que se suscitan, son a través de las redes sociales. En esto hay que agradecer a los gobiernos de turno y la globalización, pues sin duda nos han dado motivos y herramientas para poder hacerlo, respectivamente. Sí, los gobiernos de turno han generado de qué hablar, cuando en realidad no debería ser así, pues cuanto menos se hagan notar los políticos, mejor reputación les acompañaría y consecuentemente más favorabilidad tendrían. Estoy convencido que si algún político de turno tuviera esto presente, mejor estadista sería.

Pero bueno, al mal tiempo buena cara. No hay que buscar culpables, más bien aprender de tantos errores cometidos y seguir en búsqueda de nuevas alternativas. Una de ellas debe comenzar por las pequeñas cosas y por los ciudadanos. Si viene es cierto 2017 será un año de expectativas económicas y de incremento de la canasta familiar, la invitación es a ser prudentes con el gasto. Por el lado de las empresas, es necesario que comiencen a invertir en innovación y en la búsqueda de alternativas de negocios diferenciadoras en el mercado, tanto en el local como en el de exportación.

Uno de los motores del crecimiento empresarial de 2017, sin duda será la creatividad. Para lograr una cultura creativa se necesita propulsar las ideas generadas por los equipos de trabajos al interior de las empresas y que éstas no se coarten. En tal sentido, las empresas deben adoptar un ambiente en el que se incentive la generación de ideas. Esto es lo que se conoce como la génesis del emprendimiento corporativo. Cuanto más se buscan alternativas de negocio, mejores son los resultados para las empresas. Es por esto que en las empresas se debe adoptar una cultura creativa y para ello, lo primero que hay que conocer entonces es de qué se trata la cultura creativa y qué tan diferente de la actual cultura de las empresas debe ser.

Parece sencillo y en realidad lo es, el tema en cuestión es entonces si hay suficientes personas creativas a disposición de las empresas, en caso contrario ¿existe una cultura emprendedora en Colombia? Para ello es necesario conocer cómo estamos educando a las nuevas generaciones. Es por esto que se hace necesario brindar el espacio a nuestros hijos para que sean escuchados y para que adopten una actitud creativa, pero una que se simiente libre de pensamientos ligeros propios o argumentados en el tema de las nuevas generaciones. Así las cosas, el 2017 debe ser el año del desquite y el de inicio de una nueva era, una en la que se promueva el emprendimiento, emprendimiento corporativo y en estos dos en el que prime la innovación, de lo contrario seguiremos hablando de lo mismo… que aburrido.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar