Cartel de la maldad

Yohir Akerman
29 de enero de 2017 - 02:56 a. m.

Varios carteles de corrupción rodean la política de la costa colombiana. Córdoba parece ser uno de los epicentros de esa putrefacción y el municipio de Sahagún, oficialmente San Juan de Sahagún, el ojo del huracán.

Pese al sacro nombre del municipio, parece que queda poco de sagrado en la política de Sahagún, sobre todo gracias a la influencia de Musa Besaile y Bernardo ‘el Ñoño’ Elías, los senadores más votados de la Unidad Nacional.

Estos congresistas de La U son nacionalmente famosos por la "mermelada" y por su poderosa maquinaria multiplicadora de votos, pero también por usar sus lazos familiares y contactos para quedarse con los contratos y recursos de la región.

Vamos por partes.

Por un lado, la Contraloría General en cabeza de Edgardo Maya, encontró que varias clínicas (IPS) se apropiaron ilegalmente de 50 mil millones de pesos de los recursos presupuestales del departamento que debían ser destinados a atender pacientes con hemofilia. El famoso y lamentable 'cartel de la hemofilia'.

La anterior Gobernación, en cabeza de Alejandro Lyons, fue la responsable del gran desfalco al departamento, pero investigaciones recientes indican que funcionarios públicos de la administración actual, en cabeza del gobernador Edwind Besaile, hermano del senador Musa Besaile, continúan el legado de corrupción.

El 'modus operandi': pagar a ciertas IPS, la mayoría fantasmas, millonarios recursos para tratamientos de pacientes con hemofilia que no existen o son falsos. (Ver Desfalco a la salud en Córdoba)

Un asco.

Una de esas IPS se llama Crecer y Sonreír Rehabilitación integral SAS, que tiene como socio al señor Adalberto Carrascal y como representante legal a la señora Yolima Rangel, actual asesora de la Secretaría de Salud de la Gobernación y una persona cercana al senador Musa Besaile y a su esposa Milena Flórez.

Los leones cuidando a las gallinas.

No para ahí. De acuerdo con la Contraloría, Rangel y Carrascal también están relacionados con el cartel para la atención de pacientes con síndrome de Down.

Según las facturas que entregó esa IPS como soporte para los pagos correspondientes a junio de 2015, el mismo médico les realizó fisioterapias, todos los días del mes, a 178 pacientes simultáneamente en los municipios de Planeta Rica y Montelíbano, distantes a más 60 kilómetros. Físicamente imposible.

Lo más interesante es que, según varios informes, 90 % de los menores que supuestamente recibieron el tratamiento no presentaban este síndrome y los que sí lo tenían no recibieron terapias de ninguna índole. 

Para sacar los millonarios recursos al exterior, Rangel y Carrascal usaron una compañía en Panamá llamada Panavital S.A.

Según la escritura de la sociedad inscrita el 21 de agosto de 2014, el presidente de la empresa es el señor Adalberto Carrascal; como vicepresidente aparece Sami Spath Storino, exsecretario jurídico del gobernador Lyons; y como directora de la sociedad aparece Yolima Rangel, representante legal de Crecer y Sonreír. (Ver Escritura de Panavital)

Pero el vínculo se amplía, según la investigación de La W Radio. Sami Spath es primo de Diana Carolina Spath Espinosa, representante legal de otra IPS vinculada al ‘cartel del síndrome de Down’ en la que figura también la señora Ana Karina Elías, prima del senador Ñoño Elías. (Ver Prima del "Ñoño" involucrada en cartel)

Todo queda en familia.

Ana Karina Elías es la cabeza de la IPS Unidad Integral de Terapias de la Costa, con la cual, presuntamente, se contrató parte del ‘desfalco’ por 10 mil millones de pesos que se utilizaron para autorizar supuestas terapias de neurodesarrollo a niños que no las requerían.

Ana Karina Elías es, además, la esposa del exsecretario de Salud de Córdoba durante los años 2013 y 2014, Alfredo Aruachán Narváez, quien es uno de los exfuncionarios que han sido detenidos por el ‘cartel de la hemofilia’ en este departamento.

Esto demuestra que la corrupción no conoce partido político. No tiene un color de bandera, ni tampoco corazón. No se puede decir que es innato exclusivamente de un gobierno u otro. La corrupción es un cáncer que viene haciendo metástasis en todos los órganos estatales y, como pasó en Córdoba con este caso y en la Guajira con representantes de Cambio Radical, se come los pocos recursos que se destinan a los que más lo necesitan. Eso es imperdonable.

@yohirakerman

akermancolumnista@gmail.com

 

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