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¿Otra vez glifosato?

Jorge Eduardo Espinosa
11 de abril de 2016 - 02:00 a. m.

En octubre del año pasado se cumplió el plazo dado por el Gobierno Nacional para suspender la aspersión aérea con glifosato de cultivos ilícitos.

Esa decisión, anunciada meses atrás, generó un intenso debate en el país. Por una parte, quienes defendían la medida argumentaban que, en efecto, la OMS encontró una posible relación entre ese pesticida y casos de cáncer, y recordaban que en Colombia el Consejo de Estado prohibió en 2014 fumigar con glifosato en parques naturales. En la otra orilla, los que criticaban la medida acusaban a Santos de bajar la guardia frente al narcotráfico haciendo un guiño a una exigencia, no probada, de las FARC en La Habana. Decían, además, que suspender la aspersión aérea solo serviría para disparar el número de hectáreas cultivadas.

Pues bien, 6 meses después la Policía Nacional, con el apoyo del presidente Santos, está proponiendo una estrategia de erradicación de cultivos de coca basada en aspersión terrestre de glifosato. Se utilizarían cuadrillas de 30 policías. Argumenta la policía que la erradicación manual logra acabar 1.5 hectáreas día, mientras que la aspersión terrestre alcanza a erradicar entre 5–6 día. Dicen, además, que saben eso porque así quedó demostrado en las pruebas realizadas en Tumaco, Nariño, y Condoto, Chocó. Curioso. ¿Autorizó el Consejo Nacional de Estupefacientes esas pruebas? ¿Por qué hicieron esas pruebas sin pedir las autorizaciones correspondientes? ¿Lo hicieron porque a nadie le importa la suerte de quienes viven en esas zonas pobres y alejadas del país?

Esto no es todo. Según dos artículos (20 y 91) de la ley 30 de 1986, para que el Consejo Nacional de Estupefacientes autorice una estrategia de erradicación de cultivos debe tener concepto favorable del Ministerio de ambiente y del Ministerio de Salud. El pasado 5 de abril, en una reunión con Ministerios de Defensa, Salud, Ambiente y delegados de la ANLA, la policía dijo que el presidente Santos ya tomó la decisión y que por eso los dos ministerios deben aprobar la estrategia inmediatamente. El ministro Alejandro Gaviria les recordó, por su parte, que la policía debe presentar un protocolo de salud ocupacional, además de los protocolos técnicos de aspersión y los estudios de impacto sobre la población. La policía se comprometió a ello en octubre del 2015. Estamos en abril y todavía no han presentado nada.

Pensarán ustedes que es necesario aprobar inmediatamente la estrategia de aspersión terrestre de glifosato porque el año pasado hubo un incremento de 42% respecto al 2014 en las hectáreas cultivadas de coca. ¿Realmente es necesario? No, no lo es. Primero: el incremento no tiene nada que ver con la suspensión del glifosato en aspersión aérea; los datos fueron recopilados antes de esa suspensión. Segundo: la primera premisa demuestra lo que ya sabemos, la aspersión aérea fue un fracaso. Tercero: ¿no es contradictorio que el gobierno Santos, el mismo que eliminó la aspersión aérea y que tanto habla de una “nueva estrategia en la lucha contra las drogas”, insista en repetir los errores del pasado?

El ministro de Justicia, Yesid Reyes, ha repetido en distintas entrevistas que ninguna política de lucha contra el narcotráfico puede pasar por encima de los derechos humanos, empezando por uno esencial: el derecho a la salud. Es cierto que la OMS habla de una probabilidad de riesgo para la salud en las zonas en las que se utiliza el glifosato. Y que la Corte Constitucional menciona el principio de precaución, es decir, no se puede probar de manera concluyente que sea un riesgo para la salud, pero tampoco que no lo sea. Creo justo y necesario que este tipo de decisiones se tomen de cara al público, que se discutan en los medios de comunicación, que no se haga, como es el caso, a escondidas y a las carreras. ¿Cuál es el afán del gobierno Santos y de su ministro Villegas? Según el presidente Santos, la idea de acabar con la aspersión aérea de glifosato era innovar, buscar alternativas distintas para combatir el narcotráfico. ¿Así de creativos fueron que lo único que se les ocurrió fue volver al glifosato, pero esta vez usando hombres en zonas de conflicto y de guerra? ¿No habíamos quedado en otra cosa, presidente?

@espinosaradio
 

 

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