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La victoria que el domingo consiguió Paola Moreno en el Texas Hill Country Classic del Duramed Futures Tour...
La victoria que el domingo consiguió Paola Moreno en el Texas Hill Country Classic del Duramed Futures Tour, el circuito alternativo del LPGA, es una grata noticia no sólo para el golf colombiano, sino también para los jugadores que poco a poco han ido realizando un proceso para convertirse en estrellas del futuro.
Paola es para muchos el mejor ejemplo de aquellos golfistas que inician su carrera desde niños, destacándose en campeonatos nacionales infantiles, para luego ser protagonistas en juvenil y, posteriormente, en su época más fructífera como aficionados, representar al país y sobresalir en el complicado golf universitario de Estados Unidos.
La jugadora caleña, de 24 años, tiene una de las hojas de vida más completas del golf colombiano. Sus triunfos comenzaron en 1997, cuando ganó el primero de sus tres nacionales infantiles, y desde entonces no ha parado de celebrar tanto a nivel nacional, donde ganó además el Nacional Juvenil, el Nacional de Mayores, el Abierto de Colombia y el título de Jugadora del Año en 2002, como a nivel internacional, donde obtuvo el Junior World Championship de San Diego.
Paola también formó parte de una de las etapas más laureadas de Colombia internacionalmente, consiguiendo ocho suramericanos, entre los que se cuentan dos prejuveniles, dos juveniles, tres copas Los Andes y la versión inaugural del Suramericano Amateur en 2006.
A eso habría que añadirle el séptimo lugar conseguido en el Mundial Amateur de 2004 y el triunfo de la II Copa Las Américas, en parejas, con Juliana Murcia. Su gran juego la llevó al equipo de la Universidad de Southern California, donde comenzó a destacarse y se despidió con lujo de detalles, ganando el título de la Conferencia PAC-10 en individual y el NCAA Championship por equipos.
Por esa razón, lo de Paola es una grata noticia, mas no una inesperada sorpresa. El año pasado, tras culminar sus estudios de Economía, decidió dedicarse al golf profesional, pese a conservar algunas dudas sobre ese complicado camino. La persistencia le comenzó a rendir frutos y en apenas siete torneos en el LPGA Tour, logró dos Top 10.
El siguiente paso fue jugar el Q-School, en el que terminó de 22 y consiguió su carné condicional para el LPGA, pero primero se concentró en el Duramed Futures Tour con el fin de asegurarse el estatus de beneficios completos en la próxima temporada, objetivo para el que dio un gran paso el fin de semana pasado. Este año lleva cinco torneos, ha superado cuatro cortes y ya consiguió su primera visita al círculo de ganadores, un lugar que seguramente no le será ajeno durante el resto de su carrera deportiva.
