Para la guerra nada

Alberto López de Mesa
09 de octubre de 2018 - 10:32 p. m.

Guillermo Botero, como presidente de Fenalco, demostró su avidez comercial. Es un hombre de negocios, así que si se pidió el Ministerio de Defensa es porque sabe cómo hacer del aparato militar un negocio, está ahí para gerenciar la guerra. De hecho, atendiendo su guía, la propuesta del gobierno es adicionar $3,5 billones a las armas y a la guerra.

Argumentando la necesidad de fortalecer el pie de fuerza y el armamento para enfrentar los ejércitos del narcotráfico en el Pácifico, Uraba, Catatumbo y por si acaso se da alguna escaramuza con Venezuela.  Tal inversión es un exabrupto en un país donde la inequidad es alarmante. Con justa razón, docentes, estudiantes y ciudadanos de todo el país se manifiestan exigiendo que se oriente el presupuesto hacia el fortalecimiento del sistema educativo, y el 10 de octubre es el día señalado para salir en defensa de la universidad pública.    

Esta movilización, honesta y legítima, debe incidir en la decisión del gobierno sobre el Presupuesto General de la Nación para el 2019. Los Docentes y los estudiantes le proponen al gobierno que de los recursos destinados a la guerra se reasigne, al menos, $1 billón para las universidades públicas, pues ya está demostrado que la verdadera oportunidad que tienen los pobres para mejorar su existencia, para progresar económica y socialmente es accediendo a la educación superior, y es la universidad pública la que puede responder a esta demanda, por ello, también se propone que los $800.000 millones que cuesta anualmente el programa “Ser Pilo Paga” se invierta por completo en las universidades públicas.

Según datos del Ministerio de Educación, en Colombia, solo el 40% de los jóvenes de estratos 1 y 2 culmina la educación media y de ellos, solo el 10% logra ingresar a la educación superior. Obviamente, en esta condición, el deterioro social es inminente, casi toda esa juventud no educada, impelida al juego de sálvese como pueda, optará por el rebusque, unos por el trabajo informal y muchos por el trabajo ilícito o por la delincuencia.

Ya está visto, dicho y hecho, que los del partido Centro Democrático les importa un bledo los acuerdos de paz con las Farc, dijeron que los volverían trizas y lo están cumpliendo, nacieron por la guerra y necesitan la guerra. Ninguna razón por sensata les hará cambiar.

Es necesario que los pacifistas, los que creemos que es la educación y no la guerra el camino para hacer de Colombia un país factible, debemos manifestarnos en defensa de la educación y exigir el fortalecimiento de la Universidad Pública. Como dice la canción: “ Para la guerra nada”.  

 

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