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Pasaporte colombiano

Catalina Uribe Rincón
29 de mayo de 2021 - 03:00 a. m.

Según reportan algunos ciudadanos en redes sociales, las oficinas de pasaportes están a reventar. Unos se quejan de que no están dando citas y otros porque las filas duran entre cuatro y cinco horas dependiendo del día y la hora. Algunas personas han tenido que viajar a la capital porque en muchas ciudades del país no hay turnos. Pero lo más interesante es lo que se oye en las filas. Una amiga fue la semana pasada a renovar el documento y me contaba que la experiencia es lo más cercano a tener la revista Semana en vivo y en directo: “¡Cómo está la situación del país!”, “hay que salir antes de que el castrochavismo se tome el poder”, “Venezuela empezó igual, ¡ahora los pasaportes cuestan $10 millones!”.

Sin duda, la pandemia fuera de control, la torpeza del Gobierno y la prolongación del paro han incrementado esa escisión interna que padecen muchos colombianos. Por un lado, el complejo de una nacionalidad fallida con un pasaporte que vale poco y, por el otro, la reivindicación de un nacionalismo exacerbado y, a veces, simplón. Una porción de la población se la pasa anhelando una nueva nacionalidad o alardeando si ya la tiene: “Como yo tengo pasaporte italiano”, “voy a firmar mi acta de notoriedad para el pasaporte español”, “estoy casado con un gringo”. Al mismo tiempo, otro grupo de ciudadanos, que ahora se llaman “de bien”, usan sombrero y carriel para defender valientemente su gloriosa patria de las “amenazas vandálicas”.

Ser una nación desdoblada nos sigue incapacitando para determinar qué es lo que más nos conviene. Nos atrapa, además, en un discurso que se repite y se adapta según la ideología política de quien lo pronuncia: “Colombia es un país con mucho potencial, pero hay quienes se lo tiran”. Ese grupo de personas puede ser: el castrochavismo, las élites, los grupos al margen de la ley, los empresarios, etcétera. Sí, hay una élite desconectada y poco educada, un Gobierno inexperto y una multiplicidad de grupos criminales organizados y violentos. Pero también hay un grupo gigante que sigue trabajando por mejorar la comunidad política en la que nació o, mejor aún, de la que quiso hacer parte.

Uno de los carteles en las marchas decía: “Marcho para que mi único futuro no sea fuera del país”. Y claro que es provechoso salir para aprender a no mirarse solo el ombligo y a pensarse desde otro ángulo. Pero también es bueno dejar de creer que solo nos salvamos a través de un éxodo masivo en que todos salen corriendo y el último apaga la luz. El país no se está desbaratando por completo y no todo el mundo es incompetente. Nos tocó un Gobierno que ha sido insuficiente, sí. Pero fue un Gobierno democráticamente electo y saldrá del poder democráticamente y a través del orden jurídico. Mientras eso suceda, ahí vamos. Tenemos la posibilidad de una siguiente ronda.

Algo que es importante recordar para no perder la perspectiva. No se trata de estar tranquilos y esperanzados. Tampoco, de entrar en existencias completamente frenéticas y desordenadas. Sí, hay algo liberador en el “de una vez por todas”. El fin de la deliberación mueve a la acción: a salir, a gritar, a luchar, a protestar, a escapar, a hacer la fila del pasaporte, qué sé yo. Y hacer es liberador porque completa la deliberación. Pero la reflexión va más allá de la deliberación. Por eso, “hay que parar para pensar”, en su sentido más literal. Para pensar también hay que bajarles a la angustia y a la ansiedad. Es un hecho: no estamos condenados ni al “castrochavismo” ni “a la gente de bien”. Pero si caemos en la retórica del pánico, vamos a terminar a manos de alguno de los dos. O, peor, de los dos.

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Atenas(06773)29 de mayo de 2021 - 11:59 a. m.
Fatuo e inane ejercicio opinional es este, el describir hechos según partituras con aviesas argucias. Y en tan anodinas opiniones, cual boyas q' el mar trae y lleva, no se ahonda en las reales causas q' a esto inunda. Son esas las mismas ideas q' ayer avivaron y aplaudieron el advenimiento d Chávez, y ante su fracaso, luego lo borran d su pensamiento y entizan pa nuevo idealismo y seguir opinando
  • Edwin Manuel(22811)29 de mayo de 2021 - 03:22 p. m.
    Ni tan inane, por que le gasta tiempo a cuestionar su pertinencia e incluso emite una hipótesis de anticipación...Pero ya en serio...es raro que no se analice la coyuntura y se prefiera hablar de un futuro hipotético cuando no se ha tramitado el presente...eso también es una forma de evadir.
  • Duncan Darn(84992)29 de mayo de 2021 - 03:33 p. m.
    Saca un tiempito y en compañía de el nuevo Rafita, actualicen el pasaporte. Es hora de que las ratas abandonen el barco.
jesus(92844)29 de mayo de 2021 - 10:13 a. m.
Le entregaron la seguridad del pais a Uribe hace décadas para poder precarizar cada dia más la existencia del pueblo trabajador, que no se resigna al futuro que le impone "la gente de bien"
Francisco(82596)29 de mayo de 2021 - 09:30 p. m.
Hola, amigos. La protesta es la respuesta a la injusticia y el vandalismo lo es del terrorismo de Estado.
Pedro Juan Aristizábal Hoyos(86870)29 de mayo de 2021 - 07:27 p. m.
A qué hora eligieron los colombianos a estos monstruos que están el poder. Que horror. Colombia sin futuro manejado por un psicópata premoderno
Adrianus(87145)29 de mayo de 2021 - 09:25 p. m.
Qué tal que hubiera más "gente de bien" en ese platanal llamado Polombia.
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