Propuestas que construyen

Francisco Gutiérrez Sanín
20 de septiembre de 2019 - 05:00 a. m.

Acierta plenamente el senador Roy Barreras al presentar dos iniciativas orientadas, respectivamente, a ampliar los plazos para que terceros interesados puedan presentarse ante la Justicia Especial para la Paz (JEP) y a permitir que paramilitares que “aporten una verdad nueva y esclarecedora” también acudan a esa jurisdicción.

Ambas son muy valiosas, y de hecho están interrelacionadas. Esto se ve claramente si comenzamos por la segunda. La desmovilización paramilitar contó con su propio mecanismo de justicia transicional, Justicia y Paz (JYP). ¿No debilita la propuesta de Barreras a JYP? Si fuera así, sería un costo alto. JYP ha constituido una fuente clave para evaluar la magnitud del daño que causó el paramilitarismo, y para entender su naturaleza. Si mis cuentas no me fallan, sumados todos los magistrados de JYP han tratado hechos que involucran a casi 60 unidades paramilitares que en su conjunto abarcan prácticamente todo el territorio nacional. También han identificado a decenas de miles de víctimas, así como de conductas criminales. JYP ha construido un patrimonio que es un referente indispensable para entender nuestro conflicto armado y las diferentes modalidades de victimización de la población civil que tuvieron lugar dentro de él. El país de hecho requiere que esta otra modalidad de justicia transicional sea fortalecida y escalada. Tiene que familiarizarse con todas estas cosas de espanto que pasaron bajo nuestras narices y que no pueden volver a pasar. Que el país asimile bien los horrores asociados a la experiencia paramilitar. Aunque necesariamente parcial, no creo que haya otra ventana para la comprensión del paramilitarismo más completa que JYP. Debilitarla significaría poner en peligro el saldo pedagógico y moral que podría resultar de una comprensión seria de lo que constituyó el fenómeno paramilitar —un saldo que necesitamos todos como sociedad—. Me pregunto de hecho si no valdrá la pena pensar en una iniciativa adicional, que fortalezca a JYP y le dé mejores condiciones para adelantar la enorme tarea que todavía tiene pendiente. Pero, por otra parte, también se podría pensar que abrirles la ventana de la JEP a los paramilitares es darles una salida fácil para mejorar su situación a punta de retórica.

Los proyectos del senador Barreras previenen ambos problemas potenciales —debilitar a JYP o permitir utilizar a la JEP como trampolín para blanquear carreras—, remitiendo a los paramilitares a su “juez natural” pero a la vez permitiéndoles aportar “verdades esclarecedoras” aún no dichas ante la JEP. Y, al mismo tiempo, capturan de manera muy clara el espíritu y creo que también la letra del acuerdo de paz del Teatro Colón. Que no se proponía crear un tribunal solamente para las Farc. Los exmiembros de estas, por supuesto, deberán hacer presencia allí, y referir todas las modalidades de ataque que cometieron contra la población civil. Pero también tendrían que estar los demás actores.

Ahora bien: el diseño institucional de ambas jurisdicciones es diferente. Para resaltar sólo una de las diferencias más obvias, la JEP tiene una Unidad de Investigación y Acusación. JYP no. Ambas se guían por sistemas de incentivos diferentes. Es totalmente fundada, pues, la esperanza de que en ese contexto diferente se aporten “verdades nuevas y esclarecedoras”. Lo cual no minimiza, sino que destaca, la importancia de JYP, así como de las tareas que se encuentra desarrollando. La comprensión del fenómeno paramilitar está en el corazón de cualquier paz viable.

Vale la pena destacar la complementariedad entre JYP y la JEP. Los colombianos no podemos seguir reinventando la rueda a medida que se nos van presentando los problemas. Por supuesto que los dos procesos, y las dos fuerzas principalmente involucradas —paramilitares y Farc— son muy distintas. Por otra parte, cada una de las modalidades de justicia transicional sólo puede ganar si la otra se fortalece, y si se establecen puentes entre ellas. El proyecto que presenta —de manera pausada y reflexiva— Roy Barreras va precisamente en esa dirección.

 

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