¿Quién está en la Luna?

Para responder a la pregunta que, de manera muy simpática, lanzó Caracol Radio a su audiencia de las mañanas con motivo del próximo aniversario del 20 julio, cuando se cumplen 50 años de la llegada del hombre a la Luna, desde aquí también quiero responderles a esa inquietud. Para mí, en la Luna está el Gobierno Nacional en pleno con el presidente a la cabeza. Después de un año de ejercicio, siento que todavía la campaña Duque no ha terminado. Cuando aparece en televisión, veo al candidato, escucho sus mismas arengas. Eso sí, cuando se va de visita al exterior se desdobla para hablar lo que le conviene sobre el Acuerdo de Paz y ganarse vítores que no se merece.

De paso, sobre su gabinete se ha extendido un manto de opacidad, el que sin embargo cuenta con cuatro mujeres maravillosas que tratan de cumplir con su cartera ministerial hasta donde se les permite. Pero no es gran cosa lo que puede mostrarse en este primer año de… ¿gobernabilidad? Lo paradójico es que durante este primer y largo año el gobierno Duque ha acumulado un amplio inventario de situaciones, aspectos y eventos que se han traducido en hacer trizas y risas el Acuerdo de Paz. Su partido, el CD, sigue luchando como fiera para que se vuelva flecos la JEP, para que se vuele Santrich, para presionar a los poderes Legislativo y Judicial a sus circunstancias. Se ríen de las víctimas, de los reinsertados, de los proyectos que avanzan, con dificultades, pero avanzan, del presupuesto acordado; se defiende a los militares cuestionados, a los terratenientes insaciables, se sostiene a ministros ineptos e inescrupulosos.

El presidente de la República y sus ministros siguen en la Luna. Una Luna áspera, sin luminosidad, gris en todo su alrededor, sin viento a su favor. Les quedan tres años cortos para que se pongan del lado correcto de la historia, como les dijo Duque a los militares venezolanos; que enderecen su actitud hacia un país que aún se inunda de sangre innecesaria, que asuman con personalidad y entereza la verdadera defensa de los Acuerdos de Paz, sin temor a que se enoje su sombra pluma negra. Duque y la mayoría de sus colaboradores han caído en la frivolidad de la presidencia Pastrana Arango, casi nadie los toma en serio, pero generan desesperanza y angustia. No obstante, el pueblo colombiano se muestra solidario con los venezolanos y al paso que va la implementación de los Acuerdos, se teme lo peor de lo peor.

Bajen de la Luna, dejen allá la soberbia, el odio y la venganza; muestren carácter para no depender tanto del CD y amen a Colombia en paz, cumpliendo con sus deberes constitucionales.

Ana María Córdoba Barahona, Pasto

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