Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Serbia

Antonio Casale

12 de diciembre de 2010 - 06:25 p. m.

Aunque heredó el potencial deportivo de la antigua Yugoslavia, no deja de sorprender que Serbia, un país declarado como tal apenas en 2006, con sus escasos 8 millones de habitantes, saliendo de un conflicto político que dejó como todos muerte, pobreza y desolación, sea tan exitosa en el exigente mundo de los deportes.

PUBLICIDAD

No sólo se trata del título obtenido en la Copa Davis la semana pasada, donde de la mano de Novak Djokovic y Victor Troicky, dos tenistas de esa nacionalidad ubicados entre los mejores treinta del escalafón, vencieron a la potente Francia en la final. En un deporte de élite como el tenis, que una nación tan pequeña y en vía de desarrollo cuente con dos tenistas como estos, es un verdadero logro. La ensaladera de plata esta vez no se fue para alguna superpotencia mundial, se quedó en Belgrado. Eso sí, la semana que pasó, el padre de Djokovic afirmó que la Federación de este deporte en ese país no tiene ningún mérito en la consecución de la preciada copa, que todo fue consecuencia de los esfuerzos de las familias de los deportistas. También en tenis, Ana Ivanovic, a sus 19 años de edad, fue número uno del escalafón mundial de la WTA.

El equipo nacional de baloncesto fue segundo en el campeonato europeo de esta disciplina en 2009 y cuarto en el Mundial de Turquía de este año. Mientras tanto, la selección de fútbol asistió al Mundial de Sudáfrica 2010, clasificando en las difíciles eliminatorias europeas, primero en su grupo, por encima del equipo de Francia.

Para rematar, en su única presentación en unos Juegos Olímpicos, en Beijing en 2008, Milorad Cavic ganó medalla de plata en natación, en los 100 metros mariposa, tras llegar a tan sólo una centésima del poderoso Michael Phelps. Asimismo, Djokcovic en tenis y el equipo de waterpolo se colgaron sendas preseas de bronce.

Es una corta pero brillante historia para una nación que conserva la memoria ganadora de la antigua Yugoslavia, pero que al mismo tiempo nos demuestra que no es necesario el poder económico de una superpotencia para el éxito. Tampoco puede ser excusa el hecho de estar saliendo de un conflicto político. Simplemente, cuando el deporte es realmente importante, tanto el gobierno como la empresa privada se comprometen a sacar provecho del biotipo de la población y convierten al deporte en estandarte nacional, en mecanismo de paz, en bandera de unión y en una causa nacional. Que esta Serbia sirva de ejemplo para que el deporte en Colombia, de una vez por todas, tenga la importancia que hoy no tiene.

Read more!
Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.