No nos consta

Tola y Maruja convencen a Ivancito de no penalizar la dosis mínima

Tola y Maruja
22 de abril de 2018 - 07:00 a. m.

Adoradas soperas,

Soy una paisa lista a votar por el que diga Uribe, pero estoy dudando porque tengo un hijo marihuanero y me da pensión que Duque me lo meta a la guandoca. ¿Qué me aconsejan, tías? Ya le dije a mi marido que nos pasemos a una casa con balcón o patio para que nuestro hijo pueda bombiar su maracachafa tranquilo.

Atentamente,

Mamá ensolbada de humo

***

Querida alcagüeta,

Por su letra vemos que confunde diéresis con virgulilla. Nuestro trabajo de asesoras espirituales de Duque ha sido muy de fregao porque este carajito nos resultó más godo que Ordóñez.

Antier tuvimos un alegato porque Tola y yo le dijimos que nos parece una solene pendejada volver a perseguir la dosis mínima de “la mona”, y que si a él no le gusta pues que no la fume y sanseacabó.

Tola le contó a Ivancito el caso del nieto de ella, Brayan Medardo, que era mariguanero de los que desayunaban con un pucho y le echaban “cilantro salvaje” a la changua.

Cuando el papá de Brayancito se dio cuenta que el cagón estaba fumando “marimba” en la terraza le dio una fuetera que lo dejó como un nazareno y le alvirtió que si lo volvía a ver en esas le hacía tragar el cacho, con todo y fósforos.

Pues el vergajito no volvió a fumar en la casa pero se trababa en la esquina, y volvía con esos ojos como sabaleta pescada con dinamita, y con una “cometrapo” (hambre) que tocaba echale candao a la nevera.

Y mientras más rejo le daban al langaruto más le gustaba la hijuemama yerba, hasta que Tola les dijo a los papáes que era el colmo que hubieran desterrao al muchacho a fumar eso en el parque, delante los niños.

Entonces los taitas le dijeron a Brayancito que era mejor que volviera a fumar en la casa, donde no corría peligro que lo cogiera la policía, pero que no fumara delante los hermanos menores y que hiciera el favor de no prendelo en la veladora de la Virgen.

También lo aconsejaban que no fumara tanto, que le mermara, que leyera en Gúgol los daños que eso le hacía, que “el moño” lo apelotardaba, que güelía a pura “chicharra”...¡Gas!

Hasta que Brayancito le fue cogiendo pereza a la mariguana y la fue dejando y hoy en día no fuma sino campando o en los conciertos de jévi métal, y siempre de la medecinal.

Y Tola le preguntó a Duque: Oites, Ivancho, ¿si será la dosis mínima la causa del vicio de los muchachos, o serán esos hogares desbarataos, donde los papaés no hablan con los hijos ni les dan buen ejemplo ni les paran bolas?

A lo mejor, querido Porkicito, la legalización de las drogas recupere la unidá de la familia porque al ver a sus hijos espuestos a consumila libremente, los papaés se verán obligaos a cuidalos... Y a no tener más hijos.

Iván se hizo el bobo y nos cambió de tema: Tías ¿cómo les parece pues el nuevo presidente de Cuba, ah? ¿Cierto que es un títere de Raúl Castro?

Tus tías que te quieren,

Tola y Maruja

Posdata: “El único enemigo de la paz es el narcotráfico”: fiscal Néstor Humberto. Y el mejor amigo del narcotráfico es la prohibición.

Ñapa: Cómo será Marlon Marín (el que enredó a Santrí) que le está dañando la imagen a su tío alias Iván Márquez.

Payola: Hoy en el Claustro San Ignacio, Medellín, "Tola y Maruja hablan de aquello" en "La arepa invita". Plazuela San Ignacio, 5 p.m. Entrada libre.

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