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Un primer paso necesario

Luis Felipe Henao
16 de febrero de 2021 - 03:00 a. m.

La tragedia humanitaria de Venezuela es permanente y no tiene solución a la vista. Anualmente cruzan la frontera más de 800.000 personas que en total suman casi 6.000.000 de refugiados. Solo a Colombia han llegado dos millones de venezolanos que requieren salud, vivienda y trabajo, de los cuales 400.000 niños requieren atención básica en educación y alimentación. En los últimos años solo la guerra civil en Siria ha dejado más desplazados, con la enorme diferencia que en ese caso casi la mitad de emigrantes fueron acogidos por países ricos como Arabia Saudita (900.000 inmigrantes), Alemania (600.000), Suecia (300.000), Estados Unidos (100.000) y Canadá (80.000).

La oposición venezolana perdió por W, sin presentarse a las elecciones presidenciales y parlamentarias, dejando toda su esperanza en una intervención militar de Estados Unidos para derrocar a Maduro. Sin embargo, la derrota de Trump y el cada vez más estrecho apoyo de China y Rusia al régimen descartan totalmente esa posibilidad y por ello solo cabe esperar que cada vez más venezolanos huyan del comunismo dejando al dictador vía libre para perpetuarse fácilmente en el poder. Tan grave es la situación que el presidente Duque no planteó una regularización por dos o tres, ¡sino por diez años!, y la verdad como van las cosas podrían ser 30 o 60. La conclusión de esta tragedia es sencilla: Latinoamérica y sobre todo Colombia deben prepararse para integrar progresivamente a por lo menos la tercera parte de la población venezolana (diez millones de personas) en las próximas décadas.

Colombia puede asumir dos actitudes frente a esta situación: cerrar los ojos y esperar que venga una tragedia o buscar soluciones desde ya. Por ello la decisión del presidente Duque de regularizar la situación de los venezolanos inmigrantes en nuestro país es histórica y debe aplaudirse. Sin embargo, si no se ve acompañada de una reforma estructural en materia de salud, vivienda y educación puede terminar en una catástrofe social.

Pensar que un país puede recibir de un momento a otro un grupo de personas equivalente al 8 % de su población sin hacer ninguna reforma en salud, educación o vivienda puede ser un caldo de cultivo para el estallido social. Si la regularización no viene acompañada de una inyección considerable de recursos del Gobierno nacional para cubrir estas necesidades, serán las entidades territoriales (municipios y gobernaciones) las que tengan que atender la crisis en un momento ya de crisis por la pandemia del Coronavirus. Si el Gobierno junto con un apoyo considerable de la comunidad internacional no establecen un plan integral de atención, solamente quedará esperar que los ya precarios sistemas de salud y educación pública se revienten.

Ningún país europeo tiene un número de inmigrantes del mismo origen similar al de los venezolanos en Colombia, de hecho, en una medida también aplaudida por todo el mundo, Alemania (uno de los países más ricos del mundo) recibió “apenas” 500.000 inmigrantes sirios desde 2015, lo cual acompañó de un robusto paquete de medidas para su reintegración. Si la regulación se queda en el mero discurso y no se une a un presupuesto integral que soporte la integración venezolana, nos espera un desolador panorama de intolerancia, xenofobia y polarización en las próximas décadas. Ojalá la Unión Europea y Estados Unidos pasen de las felicitaciones protocolarias a apoyar al presidente Duque en este enorme desafío.

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Alvaro(14090)17 de febrero de 2021 - 12:06 a. m.
Cuando ha gozado de las mieles burocraticas no ha servido para nada, el tipico politico de nuestro pais, haciendo favores a sus empleadores, porque no mira la viga en su ojo y no la paja en el ajeno...como si Colombia fuera un paraiso, los Venezolanos se vienen para aca porque es su destino mas facil.
Hugo(14000)16 de febrero de 2021 - 09:36 p. m.
El columnista cree en la decisión"histórica" de Duque que "debe aplaudirse".También cree que una decisión comparativamente fácil,por decreto,con cargo a los contribuyentes es lo mismo que acompañarla de "una reforma estructural en materia de salud,vivienda y educación..."que parece imposible sea siquiera concebida y menos implementada .Lo primero sucede ya ¿y lo segundo, cuándo,cuánto,cómo?
Periscopio(2346)16 de febrero de 2021 - 02:47 p. m.
Se rumora que Maduro es de orígen colombiano, y es muy probable que sea cierto, a juzgar por su desastrosa gestión como presidente. ¿O es que acaso Duque es un "castrochavista" infiltrado por Maduro en el gobierno uribista, como lo fue Santos?
Atenas(06773)16 de febrero de 2021 - 06:14 p. m.
Excelente articulo este del ex ministro L.F.Henao. Y la dimensión de lo expuesto sólo cabe en pocas cabezas q' tengan perspectiva y visión de grandeza como lo q' justa/ anota en ánimo comparativo frente a otros paises ricos en similares circunstancias. Abstruso asunto pa los pocos sabios y no pa los muchos zafios.
Periscopio(2346)16 de febrero de 2021 - 02:35 p. m.
Cuando nos comparamos nos consolamos, pero cuando nos analizamos sinceramente nos desconsolamos. Aunque la presunta democracia colombiana mantiene a los colombianos comiendo mierda, sin embargo nuestro desgobierno se escandaliza cuando el país vecino se tira un pedo. ¿No es acaso Maduro el que puede consolar a los venezolanos comparando su gobierno con nuestra democradura de masacres cotidianas?
  • Ana(26682)16 de febrero de 2021 - 03:15 p. m.
    Felipe lo que espera el gobierno es la ayuda internacional por "su buen proceder". EL ESTADO LIMOSNERO. Ocúpese usted de Buenaventura que es tragedia colombiana
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