XII Foro Nacional de Derechos Humanos: camino de paz

Luis I. Sandoval M.
30 de octubre de 2018 - 05:00 a. m.

El relato de los derechos humanos lleva siglos construyéndose y reescribiéndose a través de luchas, movimientos, revoluciones, discusiones, acuerdos y declaraciones. La historia es un descubrimiento constante de la dignidad y los derechos de los humanos, hombres y mujeres, y una lucha incesante por realizarlos en medio de una inmensa diversidad y dificultades sin cuenta.

Los derechos humanos son condiciones mínimas de relacionamiento, vida digna y gobierno democrático. El Estado moderno, el Estado democrático, más aún si es Estado social de derecho, está instituido para proteger, no para violar o dejar inanes los derechos humanos.

El derecho internacional humanitario que se aplica a los combatientes armados y a la relación entre combatientes y no combatientes forma parte de los derechos humanos. Otra conquista de la conciencia de los derechos humanos que surge con ocasión de los procesos de terror, exterminio sistemático e intervención violatoria de la soberanía ocurridos en la historia reciente es la tipificación de genocidio, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y crimen de agresión contenida en el Estatuto de Roma (en vigor 2002, 2017) que crea la Corte Penal Internacional.

Larga trayectoria la de los derechos humanos, plena su vigencia en la actualidad cuando corre el cuarto lustro del siglo XXI y se suceden innumerables e inimaginables agresiones contra personas y pueblos enteros. Nunca como hoy son necesarias la afirmación, la cultura y la práctica de los derechos humanos por parte de sociedades, gobiernos, empresas, en el país y el mundo. Imposible no pensar, por ejemplo, en el derecho a ser acogidos que tienen millones de migrantes de Oriente Medio, África y América Latina sometidos al desarraigo y la incertidumbre.  

Colombia, que ha experimentado una crisis humanitaria tan larga y profunda originada en el modelo económico, la mala política y las múltiples violencias, incluida la violencia armada de diverso origen, muestra la existencia de un amplio, rico y persistente movimiento de derechos humanos, una de cuyas expresiones más destacadas han sido los Foros de Derechos Humanos que se realizan desde 1979, época aciaga del Estatuto de Seguridad en el gobierno de Turbay Ayala.

Líderes admirables del Comité Permanente de los Derechos Humanos que organiza los Foros fueron Alfredo Vásquez Carrizosa y Pepe Gutiérrez. Hoy el Comité está presidido por el meritorio jurista Gelasio Cardona Serna.

Estamos ad portas del XII Foro –15 al 17 de noviembre– en cuya convocatoria se resalta: “A pesar de todos los esfuerzos por la paz, persiste en Colombia una grave crisis de los derechos humanos. En lo que va transcurrido desde la firma de los Acuerdos (24/11/16), han sido asesinados más de 326 líderes sociales, personas defensoras de derechos humanos, integrantes del movimiento social y miembros de juntas de acción comunal, defensores de territorios, reclamantes de restitución de tierras y excombatientes de las Farc”.

Manifestaciones de la crisis de los derechos humanos son también hambre en la Guajira, pobreza extrema en el Chocó, erradicación sin futuro en zonas cocaleras, niños abusados, feminicidio creciente, pederastia por parte de religiosos, persistencia del secuestro, incumplimiento de acuerdos fruto de la movilización social o de diálogos con insurgentes, tala de bosque natural en la Amazonía, entrega de los páramos a la explotación minera, ausencia de garantías para la protesta social pacífica y para el ejercicio de la oposición política, víctimas sin efectiva reparación… Situaciones claramente violatorias de derechos humanos, que en algunos casos las altas cortes han identificado como estado de cosas inconstitucional.   

El XII Foro de Derechos Humanos tiene el reto de contribuir a consolidar una voluntad nacional, con la máxima pluralidad e inclusión posibles, para el cumplimiento de los acuerdos de paz ya suscritos y los nuevos acuerdos que se suscriban para una paz completa. La paz sustantiva con ejercicio real de derechos es una vía cierta para superar la crisis humanitaria y realizar los cambios democráticos más necesarios. La construcción de la paz necesita el aliento de una auténtica cultura de reconciliación y convivencia. La paz radica en el trámite democrático de la conflictividad social.   

La identificación de nuevos derechos o el reconocimiento explícito de derechos para sectores específicos siguen produciéndose. La ONU adoptará próximamente una Declaración sobre los derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales…”. Importante instrumento de inmenso valor para Colombia.  

Alcance estratégico tiene para la construcción de paz que el movimiento de derechos humanos se vuelque al diseño de política pública, en particular a la gestación participativa de los planes de desarrollo a nivel nacional y territorial, como se desprende de la elección presidencial y se desprenderá de las elecciones previstas para octubre de 2019. Tales planes es preciso formularlos en clave de paz y derechos humanos.

Los derechos humanos no pueden reducirse a capítulos de adorno en las constituciones de los países o en los pactos internacionales, es preciso que sigan siendo hoy, como lo han sido en el pasado, bandera de batallas democráticas civilistas ante regímenes políticos y sistemas económicos inhumanos que niegan a los pueblos la alegría de vivir.

El XII Foro Nacional de Derechos Humanos será, sin duda, un hito en el camino de la paz.    

@luisisandoval

lucho_sando@yahoo.es

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